Lo que se está fraguando entre el PSOE y Unidas Podemos para controlar el CGPJ es un ataque a la independencia del poder judicial y, por tanto, a uno de los pilares fundamentales del estado de Derecho. Una reforma como pretende el Gobierno que, como ya ha advertido Bruselas, puede vulnerar las normas comunitarias.

Tras controlar la RTVE, basta con echar un vistazo a los informativos para ver el grado de sectarismo y manipulación al que ha llegado la televisión pública, que pagamos entre todos, superando épocas anteriores;  que ya era difícil, ahora toca con el reparto del poder judicial. Y ahí están Unidas Podemos y PSOE para ponerse de acuerdo, saltándose lo que haga falta y por supuesto sin consensuarlo con el resto de fuerzas políticas.

Poco a poco se van consumando todas las pretensiones de Unidas Podemos. Todo lo que prometió Pedro Sánchez en campaña electoral que no iba a hacer con los populismos se está cumpliendo al pie de la letra.

Poco preocupa  la situación económica y cómo hacerle frente, el aumento de los contagios o cómo reducir la larga lista de desempleo que sufre nuestro país; no, lo único que preocupa es asegurarse y mantenerse en el poder a cualquier precio.

¿Dónde está la oposición para poner coto a tanto desmán? Solo he escuchado a la presidenta de Ciudadanos Inés Arrimadas criticar esta situación, absolutamente aberrante que pretende acometer el Gobierno para controlar a los jueces, socavando uno de los pilares fundamentales de nuestra democracia y de nuestro sistema de libertades.

Desde mi ignorancia en cuestiones de leyes, nunca he entendido porque en la judicatura, que debe ser un órgano imparcial, tenga que haber dos corrientes o sectores dentro de la judicatura: la progresista y la conservadora. Esto ya de por sí chirría.

Los jueces deben ser elegidos por los mismos jueces, sin ninguna intromisión política de reparto de poder en el ámbito judicial, esto es algo básico para preservar la independencia judicial. Pero en España no ocurre así.

Mientras unos hablan de reparto de jueces como si de una baraja de naipes se tratara, otros de bloqueo, lo que realmente urge como ha propuesto Ciudadanos es una reforma de la LOPJ para que los vocales del CGPJ sean elegidos por los jueces y no por el Congreso y el Senado  como ocurre ahora mismo para evitar cualquier politización de la justicia.