Poco a poco van llegando buenas noticias sobre el número de contagios aunque sea a cuentagotas, si bien las cifras de la pandemia siguen siendo escalofriantes con 1,6 millones de contagiados y 44.668 muertes, según las cifras oficiales, que podrían ser aún mayores, si atendemos a los datos del Registro Civil.

Tras semanas muy duras, la curva comienza a doblegarse. Las medidas de restricción a la movilidad implementadas comienzan a dar sus frutos. De ahí la importancia de que no bajemos ahora la guardia y echemos a perder todo el camino recorrido.

Estamos a poco menos de un mes de la Navidad y muchas comunidades autónomas en lugar de seguir con las restricciones se están planteando ampliar el horario de toque de queda hasta las dos de la madrugada, así como, el número de personas que podrán reunirse hasta diez comensales.

Estas navidades no pueden ser iguales a la de otros años, como tampoco lo ha sido el verano. Y tardaremos aún en volver a una situación de normalidad anterior a la pandemia. Está demostrado que cuando nos hemos relajado, basta con ver los resultados desde que se levantó el estado de alarma, el virus ha viajado a una velocidad de vértigo. Las fiestas navideñas son el mejor caldo de cultivo para que se den todas las circunstancias que hay que evitar a toda costa para una nueva tercera ola: aglomeraciones, fiestas multitudinarias, alcohol,…

Seamos responsables también en Navidad.