Desde que se levantó el estado de alarma el pasado 9 de mayo, muchos ciudadanos piensan que la pandemia ya es cosa del pasado. Anoche, tras el triunfo del Atlético de Madrid en la Liga volvimos a ver imágenes de una irresponsabilidad absoluta, donde una muchedumbre de gente, muchas de las cuales iban sin mascarilla se concentraba en la fuente de Neptuno para celebrar el triunfo de los colchoneros en la liga española.

Dentro de dos semanas veremos las consecuencias de tanta euforia futbolística en las UCI y en los hospitales.

En mitad de plena pandemia permitir que se celebren actos multitudinarios es de una absoluta irresponsabilidad, aunque el equipo de Diego Simeone haya ganado la liga siete años después.

La misma noche de levantarse el estado de alarma, veíamos cómo en varias ciudades de España, no solo en Madrid, se organizaban botellones en las calles, con multitud de jóvenes sin mascarilla ni guardando las medidas de seguridad necesarias. Esas imágenes a muchos de nosotros nos han dolido doblemente porque hemos perdido a personas cercanas y muy queridas como es mi caso.

Aunque el proceso de vacunación está avanzando a buen ritmo, y ya hay más de un 30% de la población con la primera dosis,  no hay que bajar la guardia porque el virus sigue activo y continúa  siendo letal.