A Pedro Sánchez se la acumulan los problemas. La coalición de Gobierno está cada vez más fragmentada y dividida, incluso dentro del propio PSOE hay voces discrepantes. La estocada final a tanto malestar la ha provocado la decisión unilateral que ha tomado el Gobierno respecto a la posición de España en el Sáhara Occidental, rompiendo una vieja reivindicación de la izquierda, favorable al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.

Pero no solo no se ha consultado a sus socios de Gobierno, tampoco a la oposición. Una cuestión lo sumamente importante para que se hubiera debatido en el Congreso de los Diputados. Las cuestiones de Estado y está sin duda lo es requieren de un amplio consenso. Sánchez vuelve a eludir sus responsabilidades como presidente del Gobierno. No puede seguir actuando de espaldas al Parlamento.

La posición de Naciones Unidas sobre el Sahara es clara. La resolución 690 de la ONU de 29 de abril de 1991 reconocía el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación. El plan establecía un periodo de transición en el cual el pueblo del Sáhara Occidental tenía que elegir entre su independencia o su integración en Marruecos. El referéndum de autodeterminación nunca se celebró.

Toda la oposición desde la derecha a la izquierda ha criticado este modo de actuar en un asunto tan delicado como es Marruecos. Nada se sabe de qué contrapartidas ha conseguido el gobierno español a cambio de la autonomía del Sáhara. Cuestiones fundamentales como: Ceuta y Melilla, la inmigración irregular, las aguas territoriales del archipiélago canario,.. muchas preguntas y de momento ninguna respuesta.