Que un secretario de Estado acuda a la manifestación contra la OTAN que se celebra estos días en Madrid da una imagen penosa de nuestro país frente a nuestros aliados. Una imagen de división dentro del Gobierno que ayuda muy poco a España.

No se puede ser secretario de Estado unos días y otros hacer campaña anti OTAN entre banderas del PCE y con retratos de genocidas como: Stalin o Lenin.

El  señor Enrique Santiago si fuera coherente con lo que piensa debería dimitir de su cargo o Pedro Sánchez cesarlo inmediatamente.

Enrique Santiago cobra un sueldo público que le pagamos todos los españoles de nuestro bolsillo.

Santiago es libre de participar en las manifestaciones que quiera y de enarbolar banderas con la hoz y el martillo, pero no como secretario de Estado.

Estar en el Gobierno conlleva unas responsabilidades y asumir unos compromisos y si uno no está de acuerdo con ellos, lo mejor que puede hacer es marcharse a su casa.

Desde Unidas Podemos siguen jugando a ser Gobierno y oposición al mismo tiempo. Con el Gobierno y contra él. En Gobiernos de coalición hay sensibilidades distintas, pero una cosa es eso y otra muy distinta es ejercer de oposición del Gobierno del que forman parte.

Después de lo que está pasando en el mundo y con una guerra en Europa, la OTAN se va a reforzar sobre todo en su flanco oriental ante la amenaza de Rusia.

Estar ahora mismo contra la OTAN o fuera de la Alianza Atlántica, como sugieren algunos es sencillamente suicida. La defensa de nuestro territorio y nuestra soberanía nacional debe estar por encima de las ideologías. La invasión de Putin hacen a la OTAN más necesaria que nunca.