Va a tener muy complicado Pedro Sánchez convencer a sus socios de Gobierno de Unidas Podemos para que apoyen la propuesta de incrementar el gasto en Defensa hasta el 2% del PIB. No es la primera vez ni será la última que lo dejen en la estacada. Estamos acostumbrados a ver cómo los socios de Gobierno de Sánchez votan en contra de iniciativas del propio Gobierno y mucho me temo que esta será una más de las muchas que ha habido en esta legislatura.

Sánchez ya ha dicho que va a buscar el apoyo de todas las formaciones políticas, también a la izquierda del PSOE, que no sé muy bien porque la llaman así porque bastaría decir extrema izquierda.

El problema de la formación morada es que siguen ejerciendo de oposición dentro del mismo Gobierno, lo cual es un absoluto despropósito.  Lo coherente cuando no se piensa igual es abandonar el Gobierno y pasar a la oposición.

Donde sí puede encontrar ese apoyo es el nuevo PP de Núnez Feijóo. No sé lo que hubiera pasado, si en lugar de Feijóo hubiera estado Pablo Casado al frente del PP. Quiero pensar que también la hubiera apoyado, aunque con reticencias.

Unidas Podemos no va a cambiar un ápice su discurso antimilitarista y anti OTAN que siempre ha enarbolado como bandera, aunque ahora las circunstancias sean muy diferentes de lo que lo eran hace solo unos años.

El discurso antimilitarista de Unidas Podemos no se entiende en los tiempos actuales, donde sin seguridad no hay paz.

Tras la invasión de Rusia, el mundo ha cambiado.

La OTAN no es una organización criminal como desde la izquierda la han calificado. Es una organización de carácter defensivo que busca garantizar la seguridad de todos los países aliados. Seguramente, Putin se lo hubiera pensado dos veces antes de invadir Ucrania, si este país hubiera sido miembro de la Alianza Atlántica. Además, tenemos el caso de países que se han mantenido en la neutralidad como son: Suecia y Finlandia y que ahora han pedido su ingreso en la OTAN al ver amenazada su integridad, tras lo que ha hecho Putin en Ucrania. También Alemania con un gobierno socialdemócrata ha duplicado sus gastos en Defensa. Me parece una temeridad con lo que está pasando en el mundo que todavía haya quien defienda políticas antibelicistas y no tengan los pies en el suelo.