Siguen aumentando los casos de Covid y los hospitales empiezan a estar saturados. Se han suspendido cirugías y se han ampliado camas ante el aumento de casos. Las urgencias están a tope mientras sigue habiendo falta de personal sanitario. La escuela de enfermería ha recomendado el uso de mascarillas en interiores.

Debo ser un bicho raro porque soy de los pocos que usa mascarilla en exteriores. Muy poca gente la lleva como medida de protección.

Estamos haciendo una vida, como si el virus hubiera desaparecido y no es así. Los conciertos están a rebosar, los campos de fútbol, los restaurantes,…  No hay aforos ni obligación de llevar mascarilla. La distancia de seguridad no se respeta. Hemos vuelto a los años de la prepandemia, pero con el virus todavía presente.

Dos casos que me han tocado muy de cerca han dado positivo, con síntomas leves.  Por desgracia en otro ha habido un fallecimiento.

Han aparecido nuevas variantes y el virus sigue mutando, elevando los casos de contagios y de fallecimientos porque cada día que pasa sigue muriendo gente por Covid.

Ya se habla incluso de una cuarta dosis de refuerzo para las personas mayores de 60 años que es el colectivo más expuesto a los contagios.

Faltan solo unos meses para que llegue el invierno, con lo cual los casos pueden aumentar de manera sustancial.

Estamos en plena campaña de verano, con el turismo como gran motor económico de nuestra economía y con las reservas hoteleras casi al completo. La gente tiene ganas de diversión y de pasárselo bien, tras dos años de pandemia.  El  Gobierno ha levantado todas las restricciones, salvo el uso de mascarillas en hospitales, sin embargo, deberíamos seguir protegiéndonos para mitigar los riesgos de contagio. No deberíamos baja la guardia y perder todo lo que se ha avanzado que ha sido mucho.