Los medios de comunicación públicos son un caramelo goloso para cualquier gobierno. El PP utilizó la televisión y la radio pública como altavoz de sus políticas y lo mismo cabe decir del PSOE y de este Gobierno.

Estos días conocíamos la dimisión forzada del presidente de la Corporación de Radio y Televisión Española, José Manuel Pérez Tornero.

Pérez Tornero accedió al cargo tras el pacto entre el PSOE y el PP. Desde entonces su trabajo al frente del ente público ha estado en el punto de mira de los socios de Gobierno de Unidas Podemos.

La polémica viene después de que se suprimiera de la parrilla, un programa de televisión del periodista Jesús Cintora, titulado:Las cosas claras”. La razón no fue otra que el bajísimo nivel de audiencia del programa.

Sin embargo, el cierre de dicho programa ha sido utilizado por Unidas Podemos para calificar al presidente de facha y de trabajar al dictado de la derecha.

José Manuel Pérez Tornero, sustituyó a Rosa María Mateo que llevó a la televisión pública a los peores niveles de audiencia de toda su historia y todavía hoy continúa en caída libre.

La televisión y la radio pública nunca han sido plurales ni han representado la pluralidad porque siempre han estado controladas por los poderes políticos.

Al presidente del ente lo nombra el Parlamento. Es, por tanto, un cargo político que obedece a directrices estrictamente políticas.

Entre las voces que más suenan para sustituir a Pérez Tornero está la de la periodista Elena S. Sánchez.

Desde Unidas Podemos celebran la dimisión. Pablo Iglesias ha ido más allá del júbilo de la formación morada y ha señalado que es “una magnífica noticia que este facha esté fuera” y ha lamentado la presencia de periodistas “ultras” en las tertulias. Es obvio que Iglesias apuesta por una televisión y radio públicas, controladas férreamente por el Estado, donde impere el pensamiento único y se acallen las voces críticas. Ya sabemos lo que piensa de los medios de comunicación privados que, según él, atacan la libertad de expresión. Por suerte este señor está fuera de la política activa. Por cierto, participa y colabora en un programa de radio que pertenece a un medio de comunicación privado.