El campo valenciano sale perdiendo con el recorte del trasvase Tajo-Segura. Se calcula que las pérdidas podrían rondar los 6.000 millones de euros y estarían en juego cerca de 8.000 puestos de trabajo.

No existía ningún informe técnico en contra para mantener el trasvase tal y como estaba actualmente que era de 350 hectómetros cúbicos de agua todos los años. De esta cantidad se ha recortado a 105 hm3. El Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado finalmente un recorte en el trasvase que va a afectar a los regantes del campo valenciano y alicantino. También Murcia y Almería se verán afectadas por este recorte del agua del trasvase.

Castilla- La Mancha lleva tiempo con este tema de recortar el regadío a Valencia, Murcia y Alicante. Al final, García- Page ha ganado la batalla del agua frente a Ximo Puig y el Gobierno de la Generalitat Valenciana.

El PSOE dice una cosa distinta según la comunidad donde gobierne para contentar a sus votantes.

El agua es un bien escaso y necesario. Las medidas que se tomen en este sentido deben hacerse siempre con criterios técnicos y no ideológicos y, por supuesto, consensuado con todas las regiones afectadas.

El agua no pertenece a una región en concreta sino que es de todos. Hace falta un Plan Hidrológico Nacional ante un escenario de cambio climático.

La alternativa que se baraja como es el uso de las desaladoras es inviable por el alto coste que tiene el agua, lo que haría aún más deficitarias las explotaciones agrícolas.