El alcalde de Valencia Joan Ribó que pasará a la historia como el peor alcalde de la democracia ya tiene la solución para acabar con la especulación inmobiliaria: Solo podrán comprar viviendas quienes residan y tributen en Valencia. Lo ha soltado y se ha quedado tan ancho. Es el mismo modelo que quieren aplicar en Baleares.

Pero la propuesta del alcalde de Valencia, además de impracticable y de no haber sido consensuada con sus socios de Gobierno es anticonstitucional porque va en contra de la libre circulación de personas.

El precio de la vivienda en Valencia se ha encarecido un 26% en el último año. La demanda de alquileres y pisos de compraventa se ha disparado. No hay vivienda ni para comprar ni para alquilar. Y la poca que hay está a unos precios desorbitados. La solución por la que ha apostado el Ayuntamiento de Barcelona, que tanto le gusta al señor Ribó de topar los alquileres ha provocado el efecto contrario al deseado, es decir, no ha bajado el precio del alquiler sino que, además, se ha reducido la oferta, con lo cual los precios siguen disparados.

Pero, además, este modelo provoca un mercado negro del alquiler que no aflora y que no paga impuestos.

La lista de espera para una vivienda social en Valencia se ha disparado en año y medio un 70%, según una información de ValenciaPlaza.

Lo que el señor Ribó y su partido Compromís, que llevan siete años en el Gobierno valenciano deberían hacer para que los ciudadanos puedan acceder a una vivienda digna que es un derecho fundamental consagrado en nuestra Constitución es crear viviendas públicas de alquiler. Vivienda social.

¿Cuánta vivienda social se ha creado en Valencia durante el Gobern del Botánic?

El parque público de vivienda social protegida en Valencia es del 0,7% frente al 1,6% estatal cuando en muchos países de nuestro entorno la cifra llega al 30% como es el caso de Países Bajos.