Tras la quiebra de dos bancos en EEUU, el temor a un efecto contagio se ha hecho visible en las bolsas europeas y española con caídas significativas en el sector bancario con pérdidas en torno al 12% como ha sido el caso del Banco Sabadell. También otras entidades como Caixabank, Santander, Bankinter o BBVA han sufrido retrocesos importantes en sus cotizaciones bursátiles.

La ministra de Economía Nadia Calviño ha salido inmediatamente nada más conocerse la noticia de la quiebra del SVB (Silicon Valley Bank) para garantizar la solidez del sistema financiero español.

La banca española está con unos beneficios récords. Los mejores de toda su historia. En 2022, ganó 20.850 millones de euros, un 28% más que en 2021. La subida de los tipos de interés está favoreciendo ese incremento de los beneficios de las entidades financieras.

En España vivimos una situación parecida con la quiebra de las Cajas de Ahorro, donde el Estado tuvo que inyectar cerca de 65.000 millones de euros de dinero público para evitar su quiebra y que los ahorradores perdieran su dinero. El rescate bancario, muy criticado después por algunos partidos, evitó que los clientes de esas cajas perdieran sus ahorros.

SVB arrastraba problemas de liquidez que ahora mismo no se dan en la banca española, después del fuerte saneamiento de sus balances, con enormes provisiones para asegurar su solidez.

Aún así cuando llegan noticias de quiebras del otro lado del charco, que se supone cuentan con mecanismos de supervisión fiables como es la Reserva Federal, es lógico el temor a un efecto contagio que sacuda de nuevo al sistema financiero que vuelve a dar síntomas de enorme fragilidad.