El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez contaba con poder aprobar los PGE con el apoyo de ERC y Junts. Está era una de las condiciones para aprobar la Ley de Amnistía. Sin embargo, el adelanto electoral en Cataluña, anunciado por Pere Aragonés al no poder sacar adelante los presupuestos, tras el no del partido de Ada Colau, deja las cuentas públicas en el aire.

¿Se puede gobernar sin PGE? Cuando Sánchez estaba en la oposición, decía que no. Pero, claro, una cosa es estar en la oposición y otra en el Gobierno. En 2018, Pedro Sánchez pidió al entonces presidente Mariano Rajoy que si no era capaz de sacar adelante los PGE, convocara elecciones anticipadas o se sometiera a una moción de confianza. “Un Gobierno sin Cuentas Públicas, no puede hacer nada. Es como un coche sin gasolina”, afirmó el entonces líder de la oposición, Pedro Sánchez.

La hemeroteca le vuelve a jugar una mala pasada, aunque en el historial de Pedro Sánchez esto solo sea una gota de agua en el océano, acostumbrado como nos tiene a los cambios de opinión.

Celebradas hace escasamente un mes las elecciones gallegas, España afronta en pocas semanas varias elecciones autonómicas, como son las catalanas y vascas y las elecciones al Parlamento Europeo en junio. Una calendario electoral del que no se esperan muchas sorpresas, salvo quizá en el País Vasco, donde la única duda es si el PNV continuará manteniendo su hegemonía ante el tirón electoral de EH Bildu, que ya es primera fuerza política en San Sebastián y Vitoria. Ambos partidos han apostado por caras nuevas. En Cataluña, el PSC parte como favorito y no se descarta un acuerdo de coalición con ERC, que deje fuera a Junts. La candidatura conjunta de PP, cuyo candidato sigue en el aire y Ciudadanos aporta bien poco en estas elecciones, donde los naranja están prácticamente desparecidos.

Si el PSC de Salvador Illa consigue ganar en Cataluña sería un balón de oxígeno para Pedro Sánchez, después del revolcón electoral del PSOE en las elecciones gallegas y con una Ley de Amnistía bastante cuestionada, incluso en sus propias filas.

Obvia decir que Pedro Sánchez gobernará sin PGE, aunque el coche se quede sin gasolina a mitad del camino. Solo que esta vez a lo mejor no encuentra quien le remolque.