Vamos camino a vivir algo inédito en este siglo, y es que todo apunta a que se va a producir el tercer episodio consecutivo de "La Niña".

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica ha comunicado que las posibilidades de que esto ocurra son muy altas: "Hay un 76% de posibilidades de que se produzca durante el invierno del hemisferio norte".

Pese a que "La Niña" no es una consecuencia directa del cambio climático, ya que viene produciéndose de manera cíclica desde hace miles de años, sí que es cierto que éste sí que influye en que el fenómeno meteorológico se agrave todavía más.

Por lo tanto, "La Niña" podría provocar durante los próximos meses fuertes tormentas, grandes inundaciones, sequías más intensas y un invierno más frío, pero también un verano más cálido. En definitiva: un clima más extremo.

Qué es 'La Niña'

"La niña", junto con "El Niño", dan nombre a un fenómeno climático cíclico, aunque irregular, cuyos periodos suelen durar entre dos a seis años de media.

Por una parte, con "La Niña" provoca un enfriamiento general de las temperaturas globales, ya que las aguas de la superficie oceánica de la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial se enfrían a gran escala.

No obstante, este fenómeno presenta sus particularidades, y mientras que en el Pacífico noreste las condiciones se vuelven más húmedas y frías de lo habitual, en el hemisferio sur provoca un clima más seco, aumentando el riesgo de incendio.

En América del Norte, generalmente provoca abundantes precipitaciones en la franja norte del continente. Sin embargo, en la parte sur disminuyen considerablemente.

Este fenómeno también es probable que incremente la intensidad de la temporada de huracanes en el Caribe.

En América del Sur, "La Niña" generalmente provoca precipitaciones superiores al promedio en el norte de la región y precipitaciones inferiores al promedio al sur.