J. Antequera, Castelló

El empresario Vicente Vilar, propietario de Naranjax, acogió ayer con «tranquilidad» la decisión del fiscal de solicitar para él 13 años de prisión por la supuesta agresión que cometió contra su ex mujer, Montserrat Vives. «Si hay Justicia, saldré absuelto. La gente de Fabra me ha estado bombardeando en las últimas semanas pidiéndome que llegara a un pacto con ellos, pero con esta gente no pactaré ni agua para beber», espeta el industrial de Artana.

Vicente Vilar interpuso a finales de 2003 dos querellas contra el presidente provincial del Partido Popular y de la diputación provincial, Carlos Fabra, en las que le acusa de mediar ante organismos oficiales en favor de los productos fitosanitarios de Naranjax. Ambas querellas fueron rechazadas por defectos de forma pero sirvieron para que el Juzgado de Instrucción número 1 de Nules abriera una investigación de oficio por uno o varios delitos contra la Administración pública. La Fiscalía Anticorrupción prosigue otra investigación por la denuncia que la Agencia Tributaria interpuso contra Carlos Fabra por un supuesto fraude fiscal de 300.000 euros en su declaración de la renta del año 1999 y por mediar ante organismos oficiales, a cambio de comisiones, en favor de Naranjax.

Paralelamente, Vilar está siendo investigado en un juzgado de Castelló por la presunta violación a su ex mujer, Montserrat Vives, que fue socia junto a María Amparo Fernández, esposa de Fabra, en la empresa Artemis 2000. Los cuatro figuran como imputados. «Si la violé aquella noche, ¿cómo puede ser que después la llevara a Artana, como dice la fiscal? Y luego dice que yo le robé 3.000 euros... ¿Tres mil euros? ¿Para qué quiero yo 3.000 euros? No me hacen ninguna falta, afortunadamente. Y todo esto fue avalado por Fabra y su mujer en el juicio ¡Menudos testigos!», añade Vilar.

El gerente de Naranjax considera que todo el juicio que se avecina contra él por la supuesta agresión sexual a su ex mujer no es más que un «montaje» urdido por el entorno de Carlos Fabra, que prestó declaración como testigo en la instrucción de las diligencias, así como su mujer, María Amparo Fernández Blanes. «Lo único que han querido siempre es hundirme para quedarse con las licencias de los productos fitosanitarios. Por eso no pienso negociar con ellos, llegaré hasta el final aunque me hayan bombardeado estas últimas semanas para que pacte», explica al respecto el industrial fitosanitario.

Indicó que no quiere «hablar mal de los jueces», y se mostró confiado al asegurar que «tendrán que demostrar todo esto el día del juicio». Vicente Vilar lamentó que el fiscal no haya tenido en cuenta el informe que el hospital comarcal de la Plana, en Vila-real, realizó a Montserrat Vives pocas horas después de la supuesta violación. Según el empresario, en este informe queda claro que la ginecóloga no apreció ninguna herida importante a Vives. «A una mujer a la que la violan durante cuatro horas se supone que le debería quedar alguna marca», se pregunta el empresario.

Sobre las acusaciones de su ex mujer, que asegura que el empresario la amenazó con contratar a un grupo de brasileños para matarla, se defendió Vilar:«Primero dijo que eran colombianos, después que brasileños, todo esto es muy extraño».