Levante-EMV, Valencia

Un Mini Cooper modelo Cabrio y de color blanco. Ese fue el coche que recibió como regalo el máximo responsable de una empresa pública de la Generalitat de parte de Orange Market, la filial valenciana de la presunta trama de corrupción dedicada a obtener contratos de la administración pública. La empresa dirigida por Álvaro Pérez, imputado por el juez Baltasar Garzón en la operación Gürtel, regaló el vehículo de alta gama al directivo valenciano, del que disfrutó especialmente su mujer durante unos meses y que fue devuelto cuando saltó el escándalo, a principios de febrero.

Cabe recordar que la trama se destapó el 6 de febrero, cuando el juez aceleró la operación ante el riesgo de fuga de Francisco Correa, presunto cabecilla de la trama. Ese día se produjeron varios registros en Valencia. Por un lado, en las oficinas de Orange Market; por otro, en la sede de la Agencia Valenciana de Turismo, de donde la policía judicial se llevó documentación correspondiente a los contratos de la Conselleria de Turismo con Orange Market para el montaje del pabellón valenciano en Fitur desde 2005 hasta 2009. El Mini Cooper descapotable fue devuelto a los pocos días.

La investigación que se inició en esos días ha salpicado al Consell y a varios dirigentes del PP valenciano durante las últimas semanas. El juez Garzón imputó a Víctor Campos, ex vicepresidente del Consell con Francisco Camps, y a Rafael Betoret, antiguo director de gabinete de la Conselleria de Turismo y actual jefe de Protocolo de la Diputación de Valencia.

Además, el juez acusa en su auto al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y al portavoz del grupo parlamentario popular en las Corts, Ricardo Costa, de los mismos hechos, esto es, aceptar ropa presuntamente pagada por Orange Market. Sin embargo, su condición de aforados como diputados autonómicos impide al juez imputarlos, por lo que ha remitido el caso al TSJ de Valencia, único competente para investigarles.

Relaciones con la cúpula del PP

Lo cierto es que el responsable de la firma, Álvaro Pérez, tiene una estrecha relación personal con altos dirigentes del Partido Popular. Francisco Camps, el número dos del Consell, Vicente Rambla, y el secretario general del PP, Ricardo Costa, estuvieron en la boda de Álvaro Pérez celebrada hace ahora un año en el edificio Veles e Vents de Valencia. Camps también estaba invitado al bautizo de la hija de Pérez en Barcelona, celebrado a los pocos días de que se destapase la operación. Este hecho, probablemente, motivó su ausencia. No así la de Pedro García, director general de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) y también amigo personal del presidente de Orange Market, que acudió a la celebración.

Precisamente, las relaciones entre Pérez y el ente público televisivo han sido estrechas en los últimos años. Canal 9 contrató con Orange Market el alquiler de material para el telemaratón del pasado mes de noviembre. Concretamente, la supuesta filial valenciana de la trama de Francisco Correa se ocupó del «alquiler, transporte, montaje y desmontaje de 125 mesas vestidas con tela azul», para los centros desde donde se recogían las llamadas telefónicas de los telespectadores.

Con todo, la vinculación de Pérez con Canal 9 se hace extensiva a su esposa, Noemí Ramal. Allí, la actriz y bailarina ha realizado trabajos muy destacados. Entre ellos, ha sido la presentadora de las campanadas en los últimos dos años, uno de los momentos de mayor difusión del año.