El panorama de las basuras se complica. La Diputación de Alicante acordó ayer por unanimidad exigir al Consell que dé marcha atrás en su decisión de enviar los residuos del norte de Castelló a la planta de tratamiento de Xixona. El PP alicantino votó a favor de la resolución, evidenciando su discrepancia con el criterio del gobierno valenciano.

La entidad provincial manifestó así su oposición al plan diseñado por la Conselleria de Medio Ambiente para dar salida provisional a la basura de 49 municipios de Els Ports, Maestrat y parte de la Plana Alta. La conselleria, a través de la empresa pública Vaersa, pretende construir una planta de transferencia en Benicarló, que centralizará todos los desechos de la zona norte. Desde allí se enviarán a 300 kilómetros, a las instalaciones de Xixona, gestionadas por Vaersa. Una solución que estará vigente hasta que entre en funcionamiento la planta de tratamiento y vertedero de Cervera del Maestre, en algo más de un año.

La iniciativa aprobada ayer en la Diputación de Alicante la presentó el Grupo Socialista. El presidente de la institución provincial y líder de los populares alicantinos, José Joaquín Ripoll, justificó que su grupo político «es partidario de adoptar el acuerdo», pero criticó «la demagogia» existente en este caso, pues «se dicen unas cosas y se firman otras».

Xixona aceptó basura de fuera

Ripoll se refirió al alcalde de Xixona, Ferran Josep Verdú (PSOE), y aportó un documento firmado por este último con la mercantil Reciclados y Compostaje Piedra Negra, fechado en 2008, en el que se acordó el aumento del canon medioambiental que recibe la localidad por el tratamiento de basuras, que pasó de 31.900 euros a 200.000 euros. Dicho incremento se justificó entonces como «compensación por la eliminación de la limitación geográfica del origen de los residuos», según se expone en el documento.

A pesar del voto afirmativo a la moción socialista, Ripoll subrayó el principio de la solidaridad interterritorial, pero consideró que «Castelló está muy lejos de Xixona y se pueden buscar otras soluciones». Por ello, el pleno de la Diputación aprobó pedir a la Generalitat que se busquen alternativas. El PSOE exige a José Joaquín Ripoll que ahora traslade la misma postura al consorcio de basuras de la zona 14, de la que es presidente. Le instan a presentar una resolución prohibiendo la entrada en la planta de Xixona de residuos ajenos al área de gestión del consorcio. Se produciría un conflicto de competencias, ya que la resolución del consorcio iría en contra de la orden de la Conselleria de Medio Ambiente.

El alcalde de Xixona, Ferran Verdú, se hizo ayer eco de la noticia publicada por este diario sobre la planta de Algímia d´Alfara e instó a la Generalitat a trasladar allí provisionalmente las basuras del norte de Castelló.

El consorcio de residuos de la zona sur de Castelló y norte de Valencia (área de gestión 2) puso anteayer en marcha la planta de tratamiento y vertedero de Algímia (Camp de Morvedre), con potencial para 120.000 toneladas al año, pero que sólo prevé gestionar inicialmente 80.000 toneladas. La planta dispondría de capacidad suficiente para albergar provisionalmente la mayor parte de desechos del norte de Castelló. De hecho, el consorcio estudia ofrecer su infraestructura a otras zonas para abaratar costes. Sin embargo, el Consell ha optado por trasladar estos residuos a Xixona, cuando dispone de una alternativa más cercana.

El alcalde de la localidad aseguró que se trata «del ejemplo más claro de lo absurda que es la decisión del Consell». «Dispone de una planta nueva en el límite con Castelló, mucho más cerca que la de Xixona, y, sin embargo, envía la basura a nuestro municipio», afirmó. En la misma línea se pronunció la portavoz del PSPV en la Diputación de Alicante, María Teresa Carbonell.

Garantías del Consell

Por su parte, la secretaria autonómica de la Conselleria de Medio Ambiente María Ángeles Ureña garantizó ayer en las Corts Valencianes que a la planta de Xixona «no entrará ni un kilo más de basura de la que puede albergar».