El recorte en prevención de riesgos pasa factura a las zonas húmedas de Castelló. De los once ecosistemas que posee actualmente la provincia -reconocidos por el Catálogo de Zonas Húmedas de la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana- siete presentan una ausencia notable en prevención de riesgos. Es el caso de la Balsa de Chóvar, el Marjal de Peñíscola, la Desembocadura del Riu de les Coves, el Clot de la Mare de Déu de Burriana, el Prat de Cabanes, la Dehesa de Soneja y las Lagunas de Segorbe.

Destacan especialmente los casos de estas dos últimas que, según los informes del Catálogo de Zonas Humedas, presentan una falta de prevención en erosión de heladas, en inundaciones y en contaminación de recursos, las tres características posibles que detalla y evalúa el informe en cada zona.

Aún así, son muchas las zonas donde la prevención de riesgos ha sido escasa o prácticamente inexistente. El ejemplo más notable es el del Marjal de Nules-Burriana. Posiblemente, la plaga de mosquitos que está afectando al municipio castellonense se podría haber evitado destinando recursos a la prevención de riesgos. Para Francisco González del Grupo para el Estudio y Conservación de los Espacios Naturales (Gecen), "las cosas deberían de haberse hecho antes, debe haber una planificación. Para evitar la plaga, debería haberse actuado en primavera". González considera que "si antes de la crisis destinaban poco a la prevención de riesgos, ahora se mucho menos ". De la misma manera opina Pep de la Rubia, miembro de Ecologistes en Acció del País Valencià, quien afirma que "como no se hacen las cosas previamente, y la administración pasa de las zonas húmedas, luego hay consecuencias", señala.

"No conocemos los productos con los que se está fumigando y la probabilidad de que no se haya hecho una lucha biológica es enorme", afirma Pep de la Rubia. En este sentido, se ha referido González a la pulverización que se efectúa en la zona desde helicópteros y ha recordado que, desde hace años, "no se pueden realizar fumigaciones masivas" aéreas de acuerdo con la normativa de la Unión Europea.

Fumigaciones

Aunque el alcalde de Nules y diputado provincial de Medio Ambiente, Mario García, afirmó que con las fumigaciones actuales se podría acabar con el "95 por ciento de la población de mosquitos", desde el colectivo ecologista Gecen no lo creen. "Estas actuaciones suelen afectar solamente a las larvas, no a los mosquitos", señala su portavoz.

Existen "contradicciones", según González, "en la consideración de zona húmeda". Es el caso de la Llacuna de Sant Mateu, que no posee ningún reconocimiento como territorio húmedo. Este paisaje presenta un total de 88 especies de aves, once especies de mamíferos, ocho de reptiles y cuatro de anfibios según el estudio que el Grup d'Estudi i Protecció dels Rapinyaires-Ecologistes en Acció hizo en el año 2008. La Llacuna de Sant Mateu, ubicada en la comarca del Baix Maestrat, presenta vegetación palustre de carizo, cañas y juncos, según el trabajo del colectivo. El paisaje carece de medidas para su conservación.