Casi dos mil vecinos y vecinas de Vila-real se reunieron anoche en la Plaza Mayor para celebrar la sexta edición de la cena de hermandad con motivo de las fiestas patronales de la ciudad. El evento congrega cada vez a más gente. Por ello, el edil del área, Xavi Ochando, anunció que ya se están buscando espacios alternativos porque «de seguir creciendo en número no podemos continuar celebrándola en la Plaza Mayor porque se queda pequeña», señaló. El año pasado fueron unas 1.800 personas las que se dieron cita en este evento convirtiéndolo en uno de los más multitudinarios. La cena, de «pa i porta» arrancó a las nueve de la noche y por el precio de un euro, los participantes tuvieron derecho a mesa y silla, a bebida y al tradicional «porrat», a base de cacahuetes y altramuces.

El acto, organizado por las asociaciones vecinales en colaboración de la Junta de Festes y la concejalía de Participación Ciudadana, se enmarcó por segundo año consecutivo, aunque con algo de antelación, en el Día Europeo del Vecino, que se conmemora el 23 de mayo desde hace más de una década. En este sentido, Ochando recordó que Vila-real se sumó por primera vez a esta iniciativa durante las pasadas fiestas de Sant Pasqual y «conseguimos ser el municipio con más participación de toda la Comunitat», indicó.

Tras la cena, la velada estuvo amenizada por la orquesta Zeus. A las diez en el Auditorio Municipal se celebró la 18º edición de la 'Nit de Ronda'. Las actuaciones musicales y discomóviles fueron las protagonistas a partir de la medianoche en multitud de peñas. Poco después de las doce y media estaba previsto que comenzara la actuación de «Barón Rojo» en el Recinte de la Marxa.

La jornada de ayer también albergó en la iglesia Arciprestal la misa en honor a San Isidro, eucaristía a la que asistió la reina de la ciudad, Laura Bovaira, y sus cuatro damas de honor así como miembros de la corporación municipal. La misa fue organizada por l'Associació Local d'Agricultors y por el Consejo Agrario.

También por la mañana, los pequeños y los más mayores de la casa participaron en el encuentro intergeneracional de canciones tradicionales y juegos populares como «el boli», «la poma», «les pedres», «el corral de la tia Carabassera» o «la ratlla de França». Los abuelos recordaron su infancia por los callejones de la vila y jugando en la calle, juegos que quisieron revivir con sus nietos.

Vuelven los toros

Ayer la jornada dio un respiro a los festejos taurinos que se retoman hoy con fuerza para poner su punto y final. Esta mañana la actividad se ha retomado con el encierro de cerriles. A las cinco de la tarde habrá «bou per la vila» a cargo de la ganadería El Montecillo. Por la tarde, los vila-realenses también oficiarán la tradicional ofrenda de flores al santo, acontecimiento que estará seguido del acto en homenaje a las reinas de 1965 (Inmaculada Patuel Chust) y 1990 (Mristela López Ortells).