Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Rebelión a bordo en Castalia

El vestuario del Castellón responde a los despidos con un comunicado contrario al presidente David Cruz Cuerpo técnico y jugadores muestran su «intranquilidad por todos los acontecimientos que se están produciendo en las últimas semanas»

El vestuario del CD Castellón dijo ayer basta. La salida forzosa de Arturo Navarro, Alberto Ramos y Borja Gómez encendió la mecha de un conflicto que llevaba tiempo germinando. Tras el entrenamiento matinal, plantilla y cuerpo técnico emitieron un comunicado para «manifestar su total disconformidad con la medida tomada» y el «deseo» de que el club «reconsidere su postura por el bien del equipo». El club, es decir, el presidente David Cruz, no reconsideró ninguna postura: por la tarde citó a los tres para finiquitar sus contratos. Solo aceptó Ramos.

La rebelión es significativa por novedosa. Hasta la fecha, y en ninguna de las campañas precedentes, el equipo no se había posicionado de una manera tan clara contra el presidente. Tampoco se había mojado tanto un entrenador en el cargo como ahora Frank Castelló. «También queremos expresar y manifestar la intranquilidad reinante en el vestuario por todos los acontecimientos que se están produciendo de manera encadenada en las últimas semanas», apuntaba el comunicado. La plantilla está al día de las fichas, pero arrastra retrasos en diferentes primas. Además, ha visto cómo varios empleados han abandonado la entidad. Entre otros, se marchó el médico y no ha habido reemplazo. Los fisioterapeutas trabajan a tiempo parcial. No hay segundo entrenador. El estado del césped ha empeorado por la falta de cuidado. Las condiciones de trabajo distan mucho de ser las ideales.

El Castellón anunció el miércoles que, «por motivos deportivos», daba la baja del central y capitán Arturo y buscaría una cesión para el lateral Ramos y el mediocentro Borja. El secretario técnico Saúl Suay fue el encargado de comunicar la decisión a los jugadores. Suay no entró en detalles por teléfono y tampoco convenció al grupo en el entrenamiento. Se limitó a repetir que se trataba de una resolución de la comisión deportiva del club, en la que no participa el entrenador. La competencia en algún puesto determinado o la intención de dar oportunidades a los jóvenes fueron algunos de los argumentos.

El suceso ahondó en la herida existente entre el palco y el vestuario. La plantilla decidió al completo emitir el mentado comunicado, aunque algunos jugadores optaran por suavizar el contenido del mismo. La gran mayoría se mantuvo firme a lo largo de la jornada, cuando asomaron las presiones presidenciales.

Por la tarde, Borja, Ramos y Arturo fueron citados en solitario. Ramos negó la opción de una cesión y firmó la baja. Arturo y Borja rechazaron firmar hasta resolver la cuestión con sus abogados. Asimismo, Cruz se reunió con una representación del equipo y pidió a la plantilla un desmentido al comunicado matinal. Obtuvo la negativa como respuesta. El embrollo no ha terminado.

Compartir el artículo

stats