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La patronal de Castelló pierde tres entidades durante su crisis interna y ratifica el concurso

La asociación del transporte de mercancías protagoniza la última baja La CEC presentará el lunes el concurso de acreedores

La patronal de Castelló pierde tres entidades durante su crisis interna y ratifica el concurso

La asociación provincial del transporte de mercancías anunció ayer su baja de la Confederación de Empresarios de Castelló. Se trata de la tercera sectorial que renuncia a la CEC en los últimos meses. Ya se había dado de baja la organización de talleres de automoción (Astrauto), mientras la patronal de la madera abandonó al cesar su actividad por falta de socios.

En las renuncias de las tres entidades ha incidido la delicada situación económica tanto de la confederación como de las propias sectoriales. La patronal del transporte (APTM) hizo pública su decisión en la asamblea de la CEC convocada ayer para aprobar las cuentas de 2015 y ratificar el anunciado concurso de acreedores. No concretó los motivos, pero fuentes de la confederación sostuvieron que se debe a los problemas económicos de APTM, que al parecer, indicaron, tiene pendiente el pago de varias cuotas de la CEC y ha perdido socios en los últimos tiempos. Por este motivo, Carmelo Martínez, perteneciente a esta asociación, ha cesado de la gestora, que sigue con cuatro representantes. En mayo ya se dio de baja Astrauto y tiempo atrás la asociación de la madera, aunque en este último caso se debe al cierre de la misma.

La CEC mantiene una cincuentena de asociaciones y esta pérdida de socios es consecuencia de la herencia recibida del mandato del expresidente, José Roca, y el ex secretario general, Rafael Montero,.

La junta directiva y posterior asamblea, que apenas duraron hora y media, confirmaron la entrada de la patronal en el concurso de acreedores. La gestora, que sustituyó a Roca en julio, ha considerado que es la única vía plausible para salvar a la organización, que está acechada por una deuda de 1,7 millones de euros y por una causa judicial por un presunto fraude en subvenciones de cursos de formación organizados en la etapa anterior.

El portavoz de la gestora, Néstor Pascual, confirmó que la documentación en el juzgado de lo mercantil se presentará el próximo lunes 28 de noviembre. Subrayó que esta decisión supone «un momento de respiro» para «poder ir pagando poco a poco». Con el concurso, que se prolongará sin un plazo determinado, la CEC estará en mano de un administrador concursal y deberá presentar un plan de viabilidad que garantice su sostenibilidad.

La reunión confirmó el balance de 2015 y aplazó la aprobación del presupuesto de este año por la declaración del concurso. Las cuentas, según el borrador de la memoria económica encargada por la gestora, constata una deuda de 1,7 millones de euros, de los que 1,3 millones corresponden a subvenciones de cursos de formación no acreditados suficientemente programados de 2009 a 2014, según indica este balance.

Embargos y corte telefónico

Las penurias de la patronal son de tal magnitud que, según se debatió en la junta del 15 de noviembre, sufrió el corte telefónico por impagos, que se restableció tras satisfacerse esta deuda. También ha sufrido el embargo de cuentas bancarias por la Seguridad Social, así como de los vehículos propiedad de la CEC. Como dato positivo, ha empezado a cobrar algunas cuotas pendientes de asociaciones sectoriales.

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