Miembros del Casal Popular de Castelló han proporcionado mantas, bebidas calientes y magdalenas a los sin techo de la ciudad. Coincidiendo con la llegada del frente que ha hecho descender las temperaturas acompañado de un fuerte temporal de lluvia y viento, los voluntarios han recorrido de madrugada las calles de la ciudad para ofrecer ayuda a los que duermen al raso, en cajeros automáticos o en portales.

Según informan, unas 30.000 es el promedio de personas que duermen en la calle cada noche en todo el país. «Tras recorrer las calles de nuestra ciudad de madrugada hemos podido comprobar como la soledad, la desconexión social, afectiva y la marginación son algunas de las consecuencias más duras que sufren las personas sin hogar, aparte de las evidentes como el frío y el hambre», aseguran. «Gestos como preguntar si necesitan algo, el nombre, dar la mano o un abrazo son más que necesarios en una sociedad cada vez más aislada e individualista donde se está perdiendo toda solidaridad de clase en pro de la competitividad», añaden. Por último, apuntan que los sin techo «son el reflejo visual de la pobreza extrema, de un sistema capitalista y se asume la mayor de que para que haya ricos, necesariamente tiene que haber pobres».