El Villarreal CF puso fin ayer a un racha de cuatro meses sin perder y lo hizo en un partido que se le torció en el primer tiempo. Un gol de Las Palmas y la expulsión de Víctor Ruiz condicionaron a un equipo que, pese a intentarlo hasta el último minuto, perdió la posibilidad de haber metido algo más de presión a sus rivales en su lucha por la cuarta plaza.

Pronto se le puso el partido en contra al conjunto villarrealense. Porque, apenas diez minutos después de que diera comienzo el choque, Las Palmas se adelantaba en el marcador gracias a un gol de Prince Boateng a centro de Dani Castellano desde la banda izquierda. Era la primera aproximación con peligro de los locales a la portería defendida por Andrés Fernández y ese primer remate subió al marcador del Estadio Gran Canaria.

Previamente, los de Escribá lo habían intentado por mediación de Soriano y Sansone, pero sus respectivos lanzamientos tan solo habían servido para avisar a Raúl Lizoain. Habían sido los villarrealenses, ayer de negro, los que habían salido con una marcha más que sus rivales y, sin embargo, ya iban por detrás cuando solo se habían jugado diez minutos.

Quedaba mucho partido por delante, pero nadie se imaginaba que apenas diez minutos más tarde aún se iba a complicar más la situación después de que Víctor Ruiz viera la cartulina roja por coger a Boateng cuando este se plantaba solo ante la portería villarrealense y dejara al submarino con un jugador menos durante 70 minutos.

Bruno se retrasó a la posición de central para suplir a su compañero, pero Escribá pronto decidió retirar a Castillejo y dar entrada a Álvaro González para reforzar la zaga. Con este nuevo planteamiento, el Villarreal cedió el control de juego a Las Palmas y los canarios empezaron a asediar la meta amarilla, obligando a Andrés a esforzarse hasta en tres ocasiones consecutivas: uno de Lemos, otra de Mateo García tras un gran pase de banda a banda y sacando con los puños un fuerte lanzamiento de Roque Mesa.

El submarino aguantó como pudo y buscó su oportunidad al filo del descanso en una jugada entre Dos Santos y Mario que desbarató la defensa local. Incluso reclamaron un posible penalti a Sansone que les habría dado algo de vida.

Poco varió el partido al comienzo del segundo tiempo y de nuevo Andrés Fernández tenía que sacar en dos tiempo una ocasión de Las Palmas. Fue entonces cuando Bruno y Sansone cogieron se echaron el equipo a sus espaldas y empezaron a buscar con ahínco ese gol del empate para volver a igualar la contienda. Dani Castellano truncaba una buena jugada del italiano y el meta del equipo canario metía una gran manopla para evitar la igualada minutos después a tiro del mismo futbolista villarrealense. Posteriormente era Trigueros con un lanzamiento de falta impecable el que lo intentó, pero el portero de Las Palmas tuvo mucho ojo para desbaratar la falta, que iba muy pegada al ángulo superior izquierdo de su portería.

Boateng con un potente remate de cabeza y Momo en una jugada a la contra buscaban el segundo tanto de la noche ante un equipo que se lo estaba dejando todo en el campo y que trataba continuamente de enlazar varios pases para colocarse frente a la portería del equipo local y mantener sus opciones.

Dado que Sansone y Soriano no encontraban el camino para batir a Raúl Lizoain, Escribá sacó a Santos Borré y Bakambu, pero ni con estos pudo el Villarreal rascar un empate.