La galania de la reina de la fiestas, Estefanía Climent, recreó juegos infantiles en los que se entretenían «los críos en aquel Castelló agrario de principios del siglo XX, con muchas calles sin asfaltar y donde los únicos vehículos que circulaban eran los carros que abandonaban la vila al alba y volvían antes de la puesta de sol», destacó el narrador del acto.

Uno de los juegos populares más autóctonos de Castelló es el boli-dali. Las fiestas de la Magdalena celebran desde hace 28 años un campeonato internacional de este deporte. La Federación de Colles, la Conlloga Matapoll o la colla Xupla Xarcos recuperaron una actividad que se jugaba antiguamente y que había quedado sumida en el olvido Gracias a su labor, los castellonenses conocen y disfrutan de un deporte que, además de en la ciudad, se juega en la comarca de Els Ports, en algunos municipios de Valencia (con el nombre de «el pic i la pala»), Cáceres («Billorda»), Girona, Amposta u Olot (bèlit) e, incluso, en Italia, donde se denomina «el tirolo».

Castelló ha acogido la competición en la plaza de los Juegos Tradicionales con una notable participación de jugadores. Vecinos y visitantes han sido testigos de una práctica que cobra importancia gracias a un campeonato que tiene además una dimensión internacional.

Para poder jugar a este deporte hace falta un boli, que consiste en un trozo de rama de naranjo a la que se hace punta en los dos extremos, más una pala con un manga, que puede construirse con cualquier trozo de madera.

En Castelló se desarrolla la modalidad de empomar, con dos equipos formados por cuatro personas cada uno. Saca el que de una paletada envíe el boli lo más lejos posible. El jugador que saca -el tirador- lanza el boli y el otro equipo ha de empomarlo sin que sus manos toquen el suelo en ningún momento. En caso de que se empome, el tirador será eliminado y sacará otro compañero del mismo equipo. Si de lo contrario el boli no es cogido al vuelo, el equipo contrario lo lanzará con la mano desde el punto en el que haya caído para intentar golpear la pala. Si la mata, el tirador quedará eliminado y sacará el siguiente. Si no es así, el tirador tiene tres ocasiones sucesivas para alejar el boli. Si en estas ocasiones tampoco se caza el boli, el tirador calculará la distancia existente entre el lugar donde ha ido a parar el boli y el punto de saque. El juego se repite hasta que todos los jugadores agotan su turno y dan paso al otro equipo.