Los zascas de Taylor Swift a sus 'haters' en el Bernabéu: "Ni de coña"

La cantante es una diva y se ha ganado a los más de 60.000 fans en el primero de sus dos conciertos en Madrid

El concierto de Taylor Swift en Madrid, en imágenes

El concierto de Taylor Swift en Madrid, en imágenes

Nadie puede negar que Taylor Swift es una diva y si no que se lo digan a los más de 60.000 fans que anoche llenaron el estadio Santiago Bernabéu en Madrid. La estadounidense sabe ganarse como nadie a sus seguidores y también a los que ni la conocen y no es para menos. Las cifras y el impacto de su paso por la capital es titánico, calle cortadas, dispositivo especial de seguridad en la Castellana, colas kilométricas para acceder al estadio desde primera hora del día, más de 16.000 llegadas desde el extranjero para asistir a uno de los dos conciertos de la diva en Madrid y millones de euros de gasto extra en reservas hoteleras, restaurantes, movilidad y artículos de merchandising.

En definitiva, una máquina perfectamente engrasada de hacer dinero. Sin embargo, hay que reconocerle a la artista que cada puesta en escena del 'Eras Tour' está pensada hasta el último segundo. En el primero de los dos conciertos ha quedado patente... desde el primer 'Holaaaa' de Taylor Swift en su aparición en el escenario hasta la selección de vestuario con guiño incluido a los colores de la bandera española. Sin embargo, el zasca definitivo a quienes piensan que la estadounidense no sabe cómo llegar al corazón de sus seguidores y que es capaz de adaptar hasta el más mínimo detalle al país y ciudad en el que actúa llegó cuando la cantante decidió personalizar una de sus canciones más icónicas para su público más castizo.

Taylor Swift en concierto.

Taylor Swift en concierto. / Instagram

Durante la performance de We Are Never Ever Getting Back Together, del disco Red, la cantante cambió un par de palabras de la letra y, justo tras la frase we are never getting back together (nosotros nunca vamos a volver juntos), en lugar de su clásico like, ever (nunca), le pasó el micrófono a uno de sus bailarines, que gritó un “ni de coña”. En ese momento, el público enloqueció.