La quinta edición del Festival de Cine de Comedia de Peñíscola volvió a convertir a la ciudad del Papa Luna en la capital del cine nacional, aunque muchos nunca vieron en este certamen más que una prolongación de Cine de barrio, ya que la mayoría de los invitados habían dejado muy atrás sus años de gloria.
El festival, que se inició la noche del 9 de junio de 1993 y cuyo principal atractivo era un homenaje a la figura de Charles Chaplin, contó con la presencia de María Luisa Ponte, Loles León, Antonio Ferrandis, María Isbert, Rafael Alonso (foto) y José Luis Dibildos entre muchos. Y el jurado, que estaba presidido por Adolfo Marsillach, estaba compuesto por Magüi Mira, Julio Medem, Emma Ozores, Silvia Marsó, Juan Luis Goas y Jordi Batlle.
El ya desaparecido Marsillach alabó el montaje del festival, pero en lugar de valorar sus cualidades como foro para ver y analizar cine, sino como una oportunidad para «reencontrarse con amigos y compañeros del cine y del teatro».
La sección oficial del desaparecido festival fue inaugurada con la proyección, en el Castillo del Papa Luna, de las películas La marrana, de José Luis Cuerda; y ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, de manuel Gómez Pereira. Dos películas que compitieron por el Calabuch junto a otra cuatro producciones españolas estrenadas en 1992.
El festival presentó la novedad de otorgar un premio a la mejor comedia iberoamericana. Se trataba del Premio Casa de América
