Finalmente, este viernes el Ayuntamiento de Vila-real celebrará el pleno en el que se aprobarán los presupuestos de 2018 tras contar el equipo de gobierno con el informe favorable del Interventor municipal, último escollo que faltaba por desbloquear.

Se acabará de esta manera un periodo de seis meses en el que el consistorio ha desarrollado su actividad con los presupuestos de 2017, prorrogados en 2018. Una circunstancia administrativa que impedía afrontar gastos que no estuvieran contemplados en las partidas del año pasado y en la que se han acumulado impagos y dilaciones diversas.

En este sentido, el alcalde, José Benlloch, indicó en la presentación de los presupuestos junto a la concejal de Hacienda, Sabina Escrig, que «nos hubiera gustado tener el presupuesto antes y no retrasar cosas como el pago de convenios, que nos duele especialmente». Al respecto, el primer edil apuntó que «han habido muchos incumplimientos que han sido voluntarios. En algunos hemos dado la cara y en otros, pues nos ha tocado torear el tema como hemos podido; ya salí claramente en el mes de noviembre y dije que no haríamos el carril bici, que las becas y el Vilaemprén lo íbamos a eliminar».

Sin estas decisiones, amplió Benlloch, «no nos hubiera permitido cerrar con estabilidad este primer trimestre y no tener presupuesto y nos hubiera tocado vivir con presupuestos prorrogados todo el año».

En la citada rueda de prensa, tanto Benlloch como Escrig reiteraron las dificultades para la elaboración del proyecto derivadas de las sentencias urbanísticas de la época de la burbuja inmobiliaria y de los gobiernos del Partido Popular.

En cuanto al presupuesto, la concejal de Hacienda desgranó que ascenderá finalmente a 45.912.000 euros, tras la modificación de créditos que se aprobará también en el mismo pleno para el pago de la productividad atrasada a los funcionarios o el incremento de las ayudas a la escolarización infantil hasta los 50.000 euros, entre otros. «Es un presupuesto responsable, social y que sigue apostando por nuestra alianza con la sociedad civil para que la ciudad avance», señaló Escrig.

La responsable de Hacienda indicó además que las cuentas incrementan en un 31,36% las partidas destinadas al área de Servicios Sociales y refuerzan los convenios y subvenciones con entidades locales en un 20,51% más hasta alcanzar los 3.313.747 euros.

También el gasto corriente experimenta un ligero incremento, con 20,5 millones de euros (un 1,31% más) y, en recursos humanos, se dotarán 21 plazas más para programas especiales para las áreas de Servicios Sociales, Urbanismo, Contratación y Tesorería. «En el capítulo de préstamos e intereses, vamos a pagar 2.646.093 euros, de los que 20 millones corresponden a préstamos heredados del Partido Popular. Préstamos, por cierto, casi imposibles de amortizar y con intereses de hasta el 5,05%, frente a los 0,39% del que acabamos de suscribir», incidió Escrig.

Las inversiones, por su parte, se cifran en 1.613.202 euros, un 35,41% menos que en 2017, en los que destacan los 250.000 euros reservados para vivienda social. La mayor parte de las inversiones se financiarán con recursos propios y venta de suelo, dejando sólo 671.000 euros de previsión de financiación vía préstamo.

Quita y espera

El alcalde de Vila-real manifestó que a partir de la aprobación del presupuesto se inicia un proceso de negociación con «la gente que le debemos dinero, gente que tenemos en los tribunales, como hicimos cuando llegamos, si hay gente que esté dispuesta a renunciar a una cantidad y darnos plazo, quita y espera, para llegar a acuerdos económicos, por eso hemos sido muy prudentes con la deuda».

Así mismo, el primer edil indicó que «estamos poniendo energía en agilizar la modificación del plan general para que permita aquel aprovechamiento que se reservaron estas personas porque en aquel momento el PP prefería hacer documentos de este tipo mientras se gastaba el dinero en despilfarrar, y lo que tenemos que hacer es modificar el plan».

Balance de Compromís

Llamó la atención ayer que minutos antes de que Benlloch presentara los presupuestos, Compromís hiciera un balance de legislatura en la sede del partido, evidenciando la distancia aparecida en las últimas semanas entre los componentes del equipo de gobierno.

«En este año, hemos sabido sacar fuerza de la debilidad, defendiendo siempre los intereses de Vila-real por encima de todo, poniéndonos de acuerdo -a pesar de las diferencias- con nuestros socios de gobierno en aquello que importa, que son las personas, y sobre todo haciendo de esta una ciudad mejor, incluso soportando la herencia envenenada del PP», indicó el primer teniente de alcalde y portavoz de Compromís, Xavier Ochando.