La Torrà de la Sardina es uno de los actos más populares de las fiestas de Sant Pere. Representa las esencias marineras del Grau. Su primera edición se organizó en 1957 dentro de una reestructuración de las fiestas del distrito marítimo. Un pescador sugirió esta idea para atraer gente a los festejos graueros. Ahora es uno de los actos más emblemáticos de Sant Pere. La peña el Fanal organiza la Torrà desde hace doce años.

El colectivo se creó en 1974 y se centró en sus inicios en actividades diferentes a los bous al carrer. «Aunque nos gustaban no éramos una peña taurina», rememora Antonio Fuentes. Así, durante varios años impulsaron en fiestas una Vuelta Ciclista al Grau. Con el paso de los años se paralizó esta prueba deportiva por los problemas que había en el cierre de calles. En 2006, el presidente de la comisión de fiestas les planteó la organización de la Torrà de la Sardina. Y desde entonces la dirigen de forma ininterrumpida.

La preparación de la Torrà es todo un ritual. En torno a las 10.30, unas siete-ocho personas quedan en la Lonja para recoger las sardinas y montar los mostradores a través de los que se entregará la sardina entre los asistentes. A las 15.30 empieza la brasa y posteriormente se realiza el reparto que se prolonga hasta entrada la noche. Los asistentes participan de una degustación gratuita de uno de los productos más tradicionales del distrito marítimo. El Fanal, integrado por cuatro matrimonios, recibe la ayuda de otras peña.

En torno a la lonja se reúnen de media unas 2.500 personas, siendo así una de las propuestas del programa de fiestas con más afluencia de gente. En 2017 se repartieron 2.300 kilos de sardina.

Cada año cambia el día de la Torrà y en esta edición será el jueves, ya que el viernes se celebra el día grande de Sant Pere. Entre los presentes asisten las reinas de las fiestas e integrantes de diversas peñas del Grau.

«La Torrà de la Sardina es muy importante al representar a la gente del mar», destaca el representante del Fanal, que recuerda que el primer año de organización «nos costó algo», pero luego «ya nos cogimos».

Este acto es una aportación de los trabajadores del mar a las fiestas del Grau. En sus orígenes se proyectó como una muestra de la gastronomía marinera y de etnología de los oficios del mar. Es uno de los principales productos de la lonja que se captura mediante la pesca de cerco. La mejor época para comer sardina es verano, ya que es el momento que más grasa tiene y por tanto es más sabrosa. A la brasa o a la plancha, en cualquier de sus modalidades encandila a graueros y visitantes.

La peña el Fanal lleva las riendas de la Torrà con la misma ilusión que el primer año. Son los guardianes del encuentro de la sardina y así piensan seguir durante años. Lleva en el corazón el Grau y sus labores marineras.