La vieja guardia del PP de Castelló arropó ayer a la candidata a la presidencia del partido, María Dolores de Cospedal, en el acto de campaña que mantuvo en la terraza del Real Casino Antiguo de Castelló.

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, reunió en la noche del viernes a 150 militantes y simpatizantes del PP. La secretaria general y exministra de Defensa congregó a una cifra inferior de asistentes -cerca de 70-. Aunque la hora de la cita -16.30 horas- pudo incidir en la afluencia, cabe decir que la mayoría de caras conocidas correspondió a históricos dirigentes del PP provincial muy próximos en su momento al expresidente de la diputación, Carlos Fabra. Entre otros estaban la ex secretaria general del PP de Castelló, Marisol Linares; la ex diputada autonómica, Maira Barrieras; el exalcalde de Borriana, José Ramón Calpe; o el exvicepresidente de Carlos Fabra, Vicente Aparici.

De los cargos actuales acudieron el presidente del PP provincial, Miguel Barrachina, que presentó a Cospedal; la secretaria local, Begoña Carrasco; el vicepresidente de la diputación, Vicent Sales; el concejal Juan José Pérez Macián; la diputada provincial, Elena Vicente-Ruiz; la senadora Salomé Pradas; y el diputado autonómico, Miguel Ángel Mulet. Carrasco, Pradas y Mulet también estuvieron el viernes con Casado. En cambio, ayer no asistieron el presidente de la diputación, Javier Moliner, o el senador Alberto Fabra, tras acompañar a Casado.

Cospedal instó a evitar «fracturas» en el PP. «Hemos de recuperar la fortaleza para llegar a la Generalitat y a los ayuntamientos», sostuvo. La exministra afirmó que se presenta porque representa «mejor que nadie la idea de unidad y fortaleza». Admitió que los casos de corrupción han indignado a la militancia del PP y han causado «pérdida de votos», pero remarcó que «los que debían estar fuera ya lo están» y pidió respeto «por la presunción de inocencia».

Ley para reforzar el castellano

Benicàssim recibió la visita del candidato José Ramón García Hernández, que apostó por aprobar una ley que regule «el deber de conocer el castellano». «Se acabó el lenguaje autonómicamente correcto y se acabaron los Ximo Puig que vengan», sostuvo.

La capital de la Plana contará en breve con la presencia de la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, una de las candidatas favoritas en las elecciones internas junto a Cospedal y Casado.