Javi Calleja tomó el mando del Villarreal sobre la marcha, el curso pasado, y solventó con nota un examen de alta exigencia. El técnico madrileño vio reforzada su confianza con la continuidad, y afrontó ayer la primera pretemporada con entrenador jefe de los amarillos. Calleja encara una buena oportunidad, de principio a fin, con todo el verano por delante para moldear un proyecto realista y ambicioso a la par. «Sueño con mejorar la temporada pasada», dijo, «es el primer año que podemos empezar de cero y las expectativas son altas. Creo que se puede empezar muy bien para acabar mejor».

No son pobres lo sueños de Javi Calleja: el Villarreal finalizó quinto el pasado campeonato nacional de Liga. El submarino empieza la pretemporada con un grupo de más de treinta jugadores a la espera de los internacionales y del italiano Danielle Bonera, que se incorporará un poco más tarde. Todavía algunas piezas están por confirmarse. Calleja indicó que deben reforzar un puesto en el doble pivote tras la salida Rodrigo Hernández para contar con dos jugadores por puesto, con la idea de trabajar con varios sistemas y dibujos en función de las características de cada partido. «Lo importante es llevar la iniciativa, controlar el balón, aunque no tenerlo por tenerlo, ser ofensivo, transmitir nuestro juego y no encajar muchos goles». En el centro del campo se encuentra a la espera ver la evolución de Santi Cazorla y Bruno Soriano para contar con ellos una vez estén definitivamente recuperados de sus lesiones de larga duración. Sobre Cazorla señaló que «si todo sale bien, las sensaciones son buenas y no hay ningún problema, tendríamos en Santi un refuerzo de lujo». Sobre Bruno, que lleva casi 14 meses sin jugar, también indicó que las sensaciones que tiene el futbolista son muy positivas. «Se ha pasado las vacaciones trabajando y está en el camino de entrenar con el resto de sus compañeros».