No encuentra la fórmula para ganar el Villarreal de Javi Calleja, que juega más que compite, que insinúa con todo pero no remata nada. Ayer el Girona se llevó los tres puntos de la Cerámica gracias a un gol decisivo de Stuani en el inicio del segundo tiempo. El submarino se marcha al parón liguero sin victorias, con un único punto y la moral floja, sin arrancar el motor de veras.

Ayer, pese a todo y desde el primer momento, el Villarreal gobernó la pelota y el juego, con Cáseres en plan capataz y pese a las imprecisiones de Manu Trigueros. El joven Cáseres apenas lleva tres partidos pero parece que sean trescientos. Mejora cada pelota y encuentra fácil al mejor compañero. En el ecosistema del dominio, hacia el minuto 20 y poniendo fin al tanteo, Cazorla se animó para filtrar un pase algo largo a la carrera de Gerard, que estuvo en todas, agitando sin tregua el avispero.

Hay dos tipos de jugadas de ataque en el Villarreal. Las que pasan por Gerard Moreno y las que no. Las que pasan por Gerard Moreno fluyen mejor. Gerard es varios futbolistas en uno. Tiene el sentido del pase y del espacio de un mediapunta. Tiene el hambre de un delantero. Y tiene la silueta vertical del mejor extremo. Gerard picoteó por todo el frente del ataque durante el primer tiempo, en una exhibición de fundamentos sin premio. Por la izquierda centró dos veces a la llegada de Fornals, que no pudo rematar con limpieza para anotar el primero. Por dentro exhibió maniobras de 10, recibiendo siempre bien perfilado, enhebrando el pase letal del gol de Toko Ekambi, anulado después por el VAR en el fuera de juego. Y desde la derecha intentó dos veces sus jugada favorita: se lanza en transición, disfruta del juego de la aceleración y el freno, entra por el pico del área y prueba el disparo combado al palo largo. Por dos veces el gol se le escapó por un pelo.

Sin goles terminó el primer tiempo, que avanzó entretenido, meciéndose en el juego. El Girona formó con tres centrales, proyectó a los carrileros y abusó del centro por momentos. Aday Benítez desde la izquierda levantó a pie cambiado casi siempre el mismo centro. Casi siempre lo hizo mal. Casi nunca hizo daño el equipo de Eusebio hasta el entretiempo.

El gol

El 0-1 llegó en el minuto 54 y fue un hachazo. Se sintió poderoso el Girona a partir de ahí, y no volvió a encontrar el hilo el Villarreal. El gol lo hilvanó Borja García con clase, en la conducción y en el pase, y lo concretó Stuani con habilidad, picando la bola sobre el cuerpo de Asenjo. Es Stuani un delantero que trabaja igual lo fino que lo gordo, la pluma o el mazo. Terminó domesticando a Víctor Ruiz y Álvaro.

El 0-1 no fue el único problema del Villarreal, tampoco el mayor. No fue el único porque al poco se lesionó Cáseres en un choque, y no fue el mayor porque la derrota se consumó por la incapacidad de reacción de los amarillos. Escasos de espíritu, ni siquiera hubo llamada a la heroica pese a juntar Calleja a tres delanteros. Con uno más en el medio, desde la entrada de Aleix, apenas encontró el Villarreal a Gerard, y el caudal ofensivo fue escaso. Solo dos arreones: un centro de Ekambi que Cazorla voleó alto y una apertura de Gerard que Pedraza disparó a la cruceta, después del toque de un zaguero.

No tuvo Bono, el portero del Girona, que vestirse de héroe. Al contrario, fue Asenjo el autor de las mejores paradas del segundo tiempo: un vuelo para desviar un tirazo de Pere Pons y un escorzo para detener otro envenenado de Borja. Rendido y dócil, el Villarreal esperó el pitido final sin rebeldía, envuelto por el desánimo.

Ficha

Villarreal. Asenjo, Mario Gaspar, Álvaro, Víctor Ruiz, Pedraza; Cáseres (Bacca, min. 65), Cazorla (Layún, min. 75), Trigueros, Fornals; Gerard y Ekambi (Sansone, min. 83).

Girona. Bono, Juampe, Bernardo, Alcalá, Pedro Porro, Pere Pons, Granell, Aday (Muniesa, min. 77), Borja García (Roberts, min. 81); Lozano (Aleix García, min. 58) y Stuani.

El gol. 0-1, min. 54: Stuani.

Árbitro: Prieto Iglesias (Comité Navarro). Amonestó por el Villarreal a Trigueros, Mario Gaspar y Sansone, y por el Girona a Alcalá y Aday.

Estadio: La Cerámica, 15.740 espectadores.