Han tenido que pasar décadas pero, por fin, algunas familias podrán acabar con los infames enterramientos que sufrieron sus seres queridos durante el franquismo en Castelló. Será tras la celebración de la festividad de Todos los Santos del 1 de noviembre cuando la empresa ArqueoAntro comience a realizar las primeras exhumaciones en el cementerio civil del camposanto de San José, donde se agrupan 14 filas de enterramientos.

Por cuestiones de presupuesto -el ayuntamiento ha aprobado una partida de 23.000 euros- en esta primera fase serán tres las familias que intentarán localizar los restos de sus antepasados, quedando las cinco restantes que se habían interesado para posteriores campañas, ya a partir del año que viene.

El consistorio municipal fue el escenario ayer de una reunión en la que la concejala de Cultura, Verònica Ruiz, analizó todo el procedimiento con las familias y con los representantes del Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló. Maribel Peris, representante de este colectivo, no ocultó ayer su satisfacción por haber llegado a este momento, sobre todo por la ralentización que supone todos los protocolos y papeleos por cumplir. La exhumación, asegura, es «una cuestión de derechos humanos, porque las familias lo que desean es localizar a sus seres queridos, que fueron enterrados de esa manera tan indigna», señala Peris.

La empresa ArqueoAntro, con el arqueólogo Miguel Mezquida a la cabeza, tiene una amplia experiencia en estos trabajos. El último, de gran relevancia, el realizado durante este verano en el cementerio de Paterna. La propia concejala de Cultura se desplazó hasta el camposanto de la localidad valenciana para interesarse y conocer de primera mano las operaciones de excavación y exhumación de la fosa común, donde se encuentran los cadáveres de, al menos, una veintena de fusilados.

Para realizar las exhumaciones de Castelló, ArqueoAntro contará con una amplia documentación aportada por el Grup per la Recerca de la Memòria Histórica, que tiene localizados los tres puntos donde deberán trabajar. Ayuda también el libro de registros del cementerio, que recoge en principio todos los enterramientos del cementerio civil. El trabajo, en cualquier caso, será largo ya que, si consiguen hallar los restos, deberán ser remitidos a un laboratorio de Madrid para cotejar el ADN, análisis que se prolongará varios meses. En cualquier caso, si se consigue, como recalca Maribel Peris, la espera habrá merecido la pena.

El Grup per a la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló, en sus últimas investigaciones, estima que entre 1938 y 1947 un total de 969 personas fueron fusiladas en el cauce del río Seco. Sus cuerpos se cargaron y transportaron posteriormente en carro hasta el cementerio.