Tres años después de haber firmado el acuerdo de recolocación, los trabajadores de la antigua fábrica Imepiel seguían en pie de guerra. En septiembre de 1993 pedían «un año de contrato a cargo de la Administración», según se recogía en la edición de Levante de Castelló del 14 de septiembre de aquel año.

Los antiguos empleados de la empresa de calzado de la Vall d'Uixó estaban protagonizando una concentración indefinida frente a la sede de la Presidencia de la Generalitat Valenciana como respuesta a la «fracasada» reunión que mantuvieron con los representantes de la Conselleria de Trabajo.