El Villarreal CF recuperó ayer la sensación de ganar en casa en Liga. Esa que no recordaba desde la pasada temporada. Y lo hizo con sufrimiento, pero ante un Real Betis que llegaba tras vencer al FC Barcelona en el Nou Camp. Doble satisfacción.

El cuadro de la Plana Baixa sabía que el rival les iba a exigir mucho y lo hicieron, sobre todo aprovechando la velocidad de Canales por su banda. A los amarillos les costaba frenar esas jugadas y en los primeros compases a los béticos se les veía bastante cómodos. Eso sí, los villarrealenses tampoco le perdían la cara al encuentro y trataban de acercarse a la meta rival mostrando más mimbres en ataque que en anteriores partidos, con internadas de Chukwueze, Fornals y Trigueros que no subieron al marcador por la gran actuación del meta Pau López. La más clara fue una del centrocampista castellonense pasados los primeros quince minutos al aprovechar una balón muerto tras varios rechaces dentro del área.

Los dos equipos alternaban el dominio en el centro del campo, donde Calleja apostó en el doble pivote con Trigueros y Cáseres, y una línea de tres por delante con el castellonense, el nigeriano y Cazorla. Lamentablemente, el Villarreal perdió fuelle cuando en el minuto 40 Trigueros se lesionada y era sustituido por Morlanes.

En los últimos cinco minutos del primer tiempo pudo marcar el Betis en una buena combinación entre Joaquín y Francis, pero nadie logró finalmente rematar y así se cerró el primer tiempo. Una primera parte con un Villarreal ordenado y trabajador, pero también sufridor.

El submarino mantuvo su buen hacer sobre el terreno de juego tras la reanudación. Y no solo eso. Recogió el premio que tantas veces se le había escapado jugando ante su afición esta temporada. Por fin el equipo de Calleja veía puerta en dos ocasiones casi consecutivas y veía más cerca que nunca el primer triunfo de la presente temporada en casa.

Se liberó el Villarreal y también Gerard Moreno, autor del primer tanto en el minuto 52. El delantero catalán peinaba de cabeza un saque de esquina y sorprendía a Pau López, quien instantes antes había sido capaz de desbaratar un fuerte cabezazo de Víctor Ruiz. La cara de alivio de Gerard lo decía todo y su actitud cambió a partir de ese momento. Tan bien sentó ese gol que, dos minutos después, era Chukwueze el que hacía subir el segundo al marcador al aprovechar un taconazo de Cazorla y golpear con rabia el esférico al interior de la portería del Betis.

Estaban siendo los mejores minutos de los futbolistas amarillos y se notaba porque cualquier jugador al que le llegaba el balón se mostraba descarado y, sin ningún miedo, buscaba la portería rival.

El cuadro andaluz, además de defenderse, intentaba recuperar el balón y generar ocasiones a la contra. En una de esas, Morón enviaba el esférico rozando el palo de la portería de Asenjo. En otra, el portero palentino salía a cortar un remate de Mandi. Y en la siguiente, de nuevo el portero del Villarreal se empleaba a fondo para impedir que Lo Celso recortara distancias en el marcador.

Sufría un poco más el Villarreal, pero parecía tener controlada la situación. Hasta que el propio Lo Celso marcaba el 2-1 con un fuerte remate por la escuadra y los fantasmas regresaron a La Cerámica. Por suerte, esta vez la moneda cayó de cara, el Villarreal no se amilanó y logró su primera victoria en casa.