El presupuesto más elevado de la última década de Castelló cosido con menor presión fiscal y más ingresos y marcado por consolidar las políticas sociales y un esfuerzo inversor que supera en cinco millones la partida de 2018. Es el resumen en titulares de las cuentas municipales para este 2019 que ayer dio la alcaldesa, Amparo Marco, acompañada por todos los concejales socialistas para hacer balance de gestión y confirmar que el próximo martes 15 de enero se presentará oficialmente, en un acto en el Teatre de Raval, como candidata socialista para repetir como alcaldesa tras las elecciones de mayo.

Respecto al presupuesto, pendiente de su ratificación en el pleno -previsiblemente el lunes 28 de enero-, se trata de las cuentas más elevadas de la última década al llegar a los 181,8 millones de euros, casi 5 millones más respecto a 2017. La alcaldesa destacó en este sentido el «gran trabajo» del equipo de gobierno, con especial mención al edil de Hacienda, Antonio Lorenzo, «porque hemos demostrado que se puede conseguir elevar el presupuesto bajando los impuestos gracias a que se ingresará más».

En este sentido, adelantó que, en materia de presión fiscal, el ayuntamiento contará este 2019 con dos millones de euros menos en concepto de Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), lo que, a su juicio, «deja en evidencia» las continuas criticas de PP y Ciudadanos respeto a un aumento de los impuestos a los vecinos. La clave, según explicó, es «ser capaces de aumentar la recaudación» con otras herramientas. Un ejemplo es el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obra (ICIO), que aumenta sus ingresos en unos 650.000 euros, no porque se presione más fiscalmente, sino porque hay una mayor actividad económica en la ciudad.

A todo ello se une la reducción de la ratio de endeudamiento, que ha bajado de un 80 a un 20 por ciento, o el «haber sido capaces de no tener facturas pendientes de pago en el cajón», por lo que «en Castelló no habrá ninguna empresa que tenga que echar el cierre por impagos de este ayuntamiento».

Respecto a las inversiones reales, pasan de 9,2 a 14 millones de euros, destacando en este sentido actuaciones urbanísticas como puede ser la remodelación del Camí La Plana, entre otras. El presupuesto, según adelantó Marco, también seguirá incidiendo en el Pacto de Empleo Local, con cerca de 860.000 euros, o en los Jornals de Vila, que mantendrán los 2,4 millones de euros de 2018.

Con todo ello, la alcaldesa confía en recibir el necesario apoyo de Castelló en Moviment para sacar adelante las últimas cuentas del Acord del Grau, algo que parece zanjado pese a que la formación asamblearia ya ha anunciado que presentará enmiendas los próximos días para que se puedan incorporar. El procedimiento oficial, de hecho, se activó ayer mismo con la aprobación del proyecto de presupuestos en una Junta de Gobierno Local Extraordinaria y Urgente.

Logros y retos

Sobre lo conseguido estos años, la alcaldesa destacó hitos como el evento turístico de Escala a Castelló «que ha puesto a Castelló en el mapa del turismo nacional e internacional, proyecto que queremos anclar en la ciudad». También subrayó la consolidación de las políticas sociales como la consolidación de la Ley de la Dependencia, la recuperación de la teleasistencia y la duplicación de las partidas destinadas a bienestar social en general, lo que ha conseguido «poner a las personas en el centro de las políticas del Ayuntamiento».

Otro «pilar fundamental» del equipo de gobierno ha sido el mercado laboral pues «se han multiplicado por 650 las partidas destinadas a políticas de empleo». Además, Marco citó la oferta pública municipal con 270 nuevas plazas. Por otro lado destacó eventos en 2019 como el Foro España-Japón que se celebrará en Castelló. «Aún no somos conscientes del impacto que tendrá y animo a las empresas aprovecharlo para abrir nuevos nichos de mercado», remarcó.

Sobre los acuerdos políticos tras las elecciones y la reedición del pacto con Compromís y CseM, Amparo Marco, insistió en que «eso lo decidirá la ciudadanía», apuntando que tender manos y hablar con todo el mundo siempre es bueno. La ciudad tiene que estar por encima de todo».