El presidente de Asebec, la patronal que agrupa a más del 70 % de las empresas dedicadas a la fabricación y reparación de maquinaria y tecnología para la industria cerámica, Juan Vicente Bono, reclama a la administración pública que adopte las medidas necesaria «para dignificar la Formación Profesional» y subraya que, en la actualidad, «necesitamos a más de 220 profesionales».

Bono, que ya ha mantenido reuniones con las autoridades educativas de la Generalitat , asegura que la falta de mano de obra lastra las posibilidades de crecimiento de un sector que incrementó en 2018 su facturación global «en torno al 5 %» hasta sumar unas ventas por valor de 445 millones de euros.

Bono considera necesario que la Generalitat «haga atractiva la FP, porque nosotros, ahora, no necesitamos ingenieros. Ni todos pueden ser ingenieros. Necesitamos caldereros, soldadores, electricistas? La falta de mano de obra está reduciendo nuestra capacidad de crecimiento al no poder, en época de bonanza, todos los proyectos; e incluso reduce nuestra capacidad de diversificar nuestra cartera de sectores con los que trabajar». Además, pide ayuda para que los profesionales que van a jubilarse puedan mantenerse vinculado a su empresa y ayudar a potenciar la formación práctica a los nuevos técnicos. Se trataría de unas prácticas dirigidas por profesionales de reconocida solvencia.

Las expectativas comerciales y económicas no son tan positivas para el actual 2019 y Bono asegura que «este primer trimestre vamos a tope, pero lo que pasará a partir de marzo es una incógnita». En este sentido, el presidente de Asebec recuerda que, a pesar de que desde la patronal azulejera Ascer se habla de una ralentización del crecimiento productivo hasta el 1 %, «nuestras impresiones es que las cifras va a ser peores» y, por lo tanto, «centraremos nuestros esfuerzos en la industria cerámica extranjera».

Y para poder crecer en el extranjero y lograr equilibrar la posible caída de la actividad en el mercado nacional, Bono subraya que se ha llegado a un acuerdo con una empresa privada para que garantice el cobro de operaciones «a países conflictivos y en operaciones muy concretas». De esta manera, y tras analizar caso por caso, las 43 empresas integradas en Asebec podrán cerrar negocio con países como Egipto, Irán y Turquía, entre otros muchos.