Las obras que harán desaparecer el emblemático edificio del Termalismo de Benicàssim ya han comenzado. Las máquinas ya trabajan desde esta mañana para proceder a la demolición del edifici. Y es que tras el expediente de ruina, los propietarios del edificio han solicitado al ayuntamiento su derribo.

El emblemático edificio llevaba 26 años sin uso y después de varias inspecciones técnicas se encontraba en una difícil situación en cuanto a estructura y mantenimiento. Por ese motivo, y de forma consensuada entre los propietarios del edificio (las familias Farnós, Carpi y Forner) se optó por iniciar los trámites para su derribo, sobre todo por temas de seguridad. Y es que a pesar de que el edificio se encontraba cerrado y vallado y con seguridad, los técnicos que realizaron la inspección aconsejaron su derribo para evitar cualquier accidente que pudiera ocurrir.

Tras la solicitud de los propietarios, el Ayuntamiento de Benicàssim aprobó por Junta de Gobierno la obra para proceder al derribo y, una vez ejecutado, los propietarios y el ayuntamiento hablarán de los usos que se podrá destinar este espacio.

Se espera que los trabajos se prolonguen durante el mes de febrero.