Nos adentramos en el interior de la comarca de Els Ports para conocer Palanques, un pequeño pueblo pero con una gran historia y grandes atractivos patrimoniales.

Comenzamos nuestra visita en el casco histórico del municipio. A la vera del Rio Bergantes encontramos edificios de siglos pasados que recuerdan cómo debía ser la vida en aquellos tiempos. En la plaza principal del municipio se encuentra el edificio del ayuntamiento, un caserón construido en el siglo XIX pero que todavía alberga restos de una construcción del siglo XVII y una inscripción de 1789.

Llaman especialmente la atención los dos arcos de acceso al edificio que, desde cualquier punto, nos dan una vista magnifica de la casa consistorial de Palanques. Además, su ubicación es perfecta para hacer unas fotografías aprovechando los juegos de luces que ofrecen los arcos.

Seguimos nuestro paseo y visitamos la Iglesia Parroquial. La estructura con la que nos encontramos a simple vista es un estilo barroco del siglo XVIII pero, si profundizamos un poco más es sus secretos, descubrimos que todavía pueden apreciarse restos del antiguo templo parroquial del siglo XIV.

El interior de la iglesia, sencillo pero majestuoso, cuenta con un altar principal dedicado a la Virgen de la Asunción. A izquierda y derecha, la defienden San Abdón y San Senén. También observamos imágenes de la Virgen del Pilar y un fresco de la Virgen de la Balma.

En el entorno del templo destacan dos frondosos cipreses que cuentan con más de cien años de vida y pueden verse desde casi cualquier punto del municipio.

Aunque hace años allí se hallaba el 'Fossar Vell', el antiguo cementerio anexo a la iglesia, hoy en día la zona es un área de encuentro para los vecinos con juegos para niños.

Ahora nos dirigimos a los dos miradores de la localidad. Si lo que buscas es tomar fotografías que impresionen, un lugar para desconectar de todo y unas vistas inmejorables el Mirador del Río Bergantes y el Mirador de la Torre Árabe son visita obligada.

Nuestra última parada en el camino son las pinturas rupestres de El Cingle. Llegar hasta allí es muy sencillo a la par que gratificante. Partiendo desde el Mirador del Rio Bergantes, pasamos al lado del cementerio y nos dirigimos a la cima del cingle buscando los restos derribados de una torre y una muralla construidos en piedra seca.

Una vez allí, en la zona conocida como el Romeral, descenderemos unos 60 metros hasta encontrar nuestro destino. La colección de arte rupestre del Cingle de Palanques está formada por dos abrigos que contienen una treintena de figuras correspondiente al Neolítico, por lo que tienen más de 5.000 años.

En ellas, contemplamos diferentes escenas de caza y naturalistas. Las pinturas rupestres de Palanques son de especial importancia dentro del arte rupestre levantino ya que en ellas aparecen algunas de las pocas figuras femeninas documentadas.