El Archivo Histórico Provincial de Castelló celebra estos días medio siglo de historia, una nimiedad si lo comparamos con la historia que se oculta entre sus paredes. El documento más antiguo conservado en el inmueble es nada menos que un pergamino del siglo XIII, en concreto del año 1282, que contiene una escritura del notario Genar Rabassa, en la que se confirma la asignación de términos en Onda y Borriol.

En los tiempos de la revolución tecnológica, de la inmediatez, de la información a golpe de un click, los archivos revindican su papel frente a Google, aunque la batalla se antoja complicada para atrapar a los jóvenes a la hora de documentar sus trabajos, sus investigaciones universitarias. No hay que ver más que las visitas que recibe el Archivo, con personas mayoritariamente jubiladas. Difícil se hace ver a estudiantes o a gente que tiene que rendir cuentas en sus empleos. No hay tiempo.

La sala de exposiciones de la dirección territorial de la Conselleria de Educación y Cultura, en el número 23 de la avenida del Mar, abrirá las puertas desde hoy, y hasta el 31 de mayo, a la muestra «Archivo Histórico Provincial de Castelló: 50 años de historia». coordinada y documentada por Lledó Felip, Leticia Torres y Josep Gil, una oportunidad para que el ciudadano conozca de primera mano el partido que se le puede sacar a la notable documentación que conserva el lugar.

El Archivo Histórico Provincial, que sigue esperando las inversiones prometidas para contar con un nuevo edificio, ocupa una extensión de 5.000 metros lineales, con más de 35.000 unidades de instalación, 884 planos catastrales y 249 documentos. Entre estos fondos encontramos documentación notarial, de las administraciones central y autonómica, fondos judiciales, pergaminos, manuscritos y fondos privados como, por ejemplo, los de la Cartuja de Vall de Crist, así como la serie de responsabilidades políticas. Aunque hay documentos entre los siglos XII al XIX, el grueso corresponde al XX.

Uno de los problemas que debe sortear el Archivo es el de la inmediatez. La petición de trabajos universitarios hace que acudir a internet sea más rápido que consultar in situ documentos, pero en las redes, aunque pueda parecer mentira, no está todo. Los fondos se van digitalizando poco a poco, pero al ritmo que marcan las subvenciones que van llegando.

Uno de los aspectos que más llama la atención es el de la genealogía, pues hay personas que se acercan para interesarse por sus antepasados, por localizar a familiares que vivieron hace siglos en algún pueblo de la provincia de Castelló.

El documento tipo que guarda el Archivo Histórico Provincial suele ser administrativo. Durante la Edad Media buscaba reflejar en un papel los derechos del Rey y la Nobleza -muchos- y los deberes -pocos-. Con la aparición de la Administración Pública, como la de ahora, los documentos se centraban en los derechos y deberes de los ciudadanos, y esos papeles, con el paso del tiempo, han dejado de ser administrativos para convertirse en históricos.

Entre la documentación hay, sobre todo, archivos judiciales, notariales y registrales, algunos incluso desde 1707. También destaca el fondo de la Gerencia Territorial del Catastro, así como la documentación del Gobierno Civil. El Archivo Provincial también conserva parte de la documentación producida por la Secretaría General del Movimiento, un tesoro para colectivos como el Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló.