El Ateneo Sueco del Socorro necesita ayuda. Pionero en la introducción del hormigón armado en la comarca, este edificio modernista se cae a trozos. Sus 82 años de vida no perdonan y su corazón de hierro es, ahora, su principal problema. Los forjados que ayudaron a fortalecer la estructura y dieron forma a los adornos de este emblemático casino se han oxidado y, poco a poco, van resquebrajando el hormigón que los cubre y provocando desprendimientos.

En la Nochevieja de 2005, parte de la base de uno de los balcones de la fachada trasera se desprendió y cayó a la calle. Minutos antes, según relata el presidente del Ateneo, Toni Crespo, un grupo de vecinos aguardaba en la acera a la apertura de las puertas de este casino para entrar a la fiesta de Nochevieja: "Cuando cayó, afortunadamente, no pilló a nadie", recuerda. "Hubiera hecho daño, porque pesaría más de 40 kilos el trozo que cayó".

Desde hace varios años, los desprendimientos son constantes: pequeños cascotes caen de las cornisas, las balaustradas, los capiteles y de otros elementos ornamentales de la fachada. "Éste [comenta Crespo mostrando uno de los numerosos pedazos acumulados en la terraza] no es muy grande, pero ¡mira si pesa! Si cae a la calle y da a alguien...", lamenta el presidente.

En busca de ayudas

La Junta del Ateneo ha solicitado ya permiso al Ayuntamiento de Sueca para colocar una gran red en la balaustrada de la fachada que impida la caída de cascotes a la calle. "Quedará feo, pero es algo temporal, mientras conseguimos dinero para arreglar el edificio", añade Crespo. La sociedad ya ha hablado con el consistorio para tratar de conseguir ayudas. Su objetivo es llamar a todas las puertas para poder recuperar el estado original del edificio, obra del arquitecto Joan Guardiola que obtuvo en 1934 el segundo premio en la exposición regional de Bellas Artes. Guardiola construyó también en Sueca el Teatro Serrano, hoy demolido, aunque la gran lámpara de su vestíbulo cuelga ahora frente a la puerta del Ateneo.

Los cerca de 400 socios del Ateneo Sueco del Socorro barajan también la posibilidad de ceder la titularidad del edificio al consistorio suecano: "Al ser municipal, sería más fácil encontrar subvenciones", considera Crespo. Y "todo el pueblo podría disfrutar del casino", añade.

En la actualidad, este inmenso edificio -de 400 m2 de planta y con dos alturas y un desván- está infrautilizado. Son pocos los socios que cada día acuden al casino a tomar un café y charlar en su amplia cafetería y salón.