Sidi Dajna, la niña ciega saharaui que llegó a Altea este verano en un programa de acogida, y que fue intervenida de forma altruista por la clínica Doctor Palomares de Benidorm en agosto, ya ha recobrado parcialmente la visión y vive una nueva vida. Según confirma el doctor Juan Palomares su evolución es espectacular ya que "se han dado todos los elementos positivos para que la evolución postoperatoria sea buena, y los resultados no pueden ser mejores teniendo en cuenta que partíamos de una ceguera total". Una opinión que comparte Enriqueta Calcinotto, su madre de acogida, quien califica de "increíble" la evolución de la niña, que permanecerá junto a ella hasta junio para seguir un tratamiento de aprendizaje visual en el instituto Altaya de Altea, donde dispone de una tutora y recibe clases de apoyo de un profesor de la Once.

La menor llegó a Altea el 6 de julio tras pasar dos veranos sin ser acogida en ninguna familia española. La asociación "Luali" que gestiona familias de acogida en Altea, contactó con Enriqueta Calcinotto, que había acogido años atrás al hermano de la menor. Al enterarse de la situación de Dajna, la asociación, Calcinotto y su entorno contactaron con doctor benidormense Juan Palomares quien se comprometió a operarla de forma gratuita y proporcionarle la rehabilitación adecuada hasta que pudiera regresar al Sáhara viendo con suficiente nitidez para desenvolverse con autonomía. Ahora, casi tres meses después de aquella operación, la menor ya goza de ese privilegio . Según reconoció emocionada su madre de acogida, "ya distingue los alimentos, se mira en el espejo, distingue sus lunares y empieza a reconocer colores y formas de un mundo del que no tenía ninguna imagen".