El gobierno alcireño tiene previsto aprobar hoy una modificación del Reglamento de Organización y Funcionamiento del Ayuntamiento de Alzira que excluye del debate cualquier asunto que no esté relacionado "con la ciudadanía de Alzira y sus intereses", reduce el tiempo de las intervenciones de los concejales para acortar los debates y establece como sistema "obligatorio" de comunicación entre los concejales y los servicios municipales el electrónico en un intento de "fomentar el ahorro de recursos municipales" y, en particular, reducir el consumo de papel. El portavoz de EU, Ivan Martínez, anunció ayer una enmienda a la totalidad del borrador presentado por el equipo de gobierno (PP) al entender que la propuesta busca reforzar la autoridad de la alcaldía "para cortar a la oposición y obstaculizar su labor".

La alcaldesa de Alzira ya dejó entrever en el pleno de mayo su intención de modificar el actual reglamento y ha presentado una propuesta que justifica en la antigüedad del ROF vigente -la base data de mediados de los ochenta- y en que "los principios de economía, transparencia y eficacia consejan adaptarlo a las circunstancias jurídicas, económicas, tecnológicas e incluso sociales" actuales.

Como aspectos más destacados, el reglamento reduce de diez minutos a ocho el tiempo máximo de las intervenciones de los concejales -también se recortan las réplicas al pasar de cinco minutos a tres- y subraya expresamente que todas las intervenciones deberán centrarse en temas que tengan una relación directa con el ámbito local. Así, se establece que "ninguna intervención plenaria podrá versar sobre temas no relacionados con la ciudadanía de Alzira y sus intereses, al tiempo que dichas intervenciones deberán centrarse sobre el fondo de la cuestión sin derivar en divagaciones, rodeos o vaguedades innecesarias, habida cuenta de que el Ayuntamiento Pleno únicamente adopta acuerdos que son de la competencia municipal".