El Ayuntamiento de Calp no ha demostrado mucha sensibilidad al incluir las medidas contra la mendicidad en la ordenanza de limpieza viaria y recogida de residuos. La explicación es que esa actividad de pedir limosna también se desarrolla en la vía pública. Pero las terrazas de los bares y restaurantes igualmente están en la vía pública y cuentan con una ordenanza específica. Desde luego, quedaba feo meter las mesas de la hostelería en el saco sin fondo de la limpieza viaria y los residuos. Pero para la mendicidad no ha habido remilgos. Pese a que es un fenómeno social muy complejo, ha ido a parar a la ordenanza contenedor de la basura.

El alcalde, César Sánchez, del PP, quien ayer se marchó a mitad del pleno, aclara en el texto que recoge las medidas para evitar que los indigentes tomen las calles que «se prohíbe ejercer la mendicidad en los espacios públicos y la utilización de animales para tal fin». También veta la actividad de los aparcacoches o gorrillas y que se limpien los parabrisas de los coches detenidos en los semáforos.

El alcalde, eso sí, admite que «es deber del ayuntamiento solucionar los problemas sociales, familiares, económicos o educativos que han provocado esta situación».