Las procesiones van a ser de largo recorrido en este nuevo mandato a juzgar por el rosario de polémicas que están generando por la participación o no de cargos públicos. La última, el miércoles en Alzira. La exalcaldesa, Elena Bastidas, y su compañera del grupo popular Chelo Martínez se ausentaron del pleno que por la tarde celebraba la corporación para asistir y presidir junto a miembros de la comisión de fiestas y de la junta coordinadora la procesión de San Judas Tadeo, una de las más multitudinarias que se celebran en la ciudad.
El concejal de EU, Ivan Martínez, desveló el motivo de la marcha de las dos edilas del PP cuando no había transcurrido ni una hora de pleno y la corporación se disponía a debatir una propuesta en contra del traslado a Valencia del juzgado de lo penal número 15, que tiene su sede en Alzira. «A EU nos sorprende que en horarios de fuera del trabajo apenas se vea a la señora exalcaldesa en actos de devoción o religiosos y, en cambio, en horarios de trabajo se ausente para ir a una procesión», señaló el segundo teniente de alcalde en una clara alusión a la no participación de Bastidas en procesiones como la de Sant Bernat. Martínez incidió ayer en calificar como una «auténtica falta de respeto a la ciudadanía» que la líder del PP abandonara el pleno y recordó que los ediles cobran por este trabajo.
El concejal José Andrés Hernández salió en defensa de Bastidas y, pese a reconocer que había acudido junto a Chelo Martínez a la procesión de Sant Judes, defendió que, independientemente del carácter religioso, dijo, «se trata de una tradición de nuestra ciudad». «El único que lo ha recriminado es usted, imagino que fruto del anticlericalismo que le caracteriza», señaló el edil del PP, mientras justificaba la presencia de sus dos compañeras de grupo en que «es una de las procesiones más emblemáticas de Alzira». Hernández comentó que, por la coincidencia, se podía haber buscado un acuerdo para cambiar el pleno «pero imagino que usted habrá sido el que lo habrá impedido».
Martínez señaló ayer que no tenía constancia de ninguna petición del PP en este sentido aunque, como ya hiciera en el pleno, no dudó en afear al grupo popular que bajo su mandato llegara a cambiar «el acto máximo de democracia local y participativa como es el pleno por un partido de fútbol».
