La creciente despoblación del interior rural en la Comunitat Valenciana es un hecho constatable. Lo refleja el periodista de Levante-EMV Paco Cerdà en su libro recientemente publicado Los últimos. En él revela que las comarcas de Los Serranos y el Rincón de Ademuz se encuentran dentro de esa Serranía Celtibérica que supone la segunda mayor región de Europa con menor densidad de población. En esa misma situación corren el riesgo de caer los municipios de las comarcas de La Hoya de Buñol-Chiva y Requena-Utiel si continúa degradándose la línea ferroviaria València-Cuenca-Madrid, según denuncian varios de los alcaldes de la región.

«Esta línea nos vertebra con València y también con Requena y Utiel tanto económica como socialmente», explica el alcalde de Buñol, Rafael Pérez. «Hay mucho estudiante y trabajador en nuestra zona que podría utilizar este transporte si tuviera unas condiciones mínimas. Ahora muchos deben irse a vivir a València, con el coste que conlleva, porque no hay manera de tener un transporte normal», reconoce. En ese mismo sentido se expresa Emilio Morales, alcalde de Chiva: «Si se electrificara y modernizara la línea de cercanías se daría un impulso al desarrollo y la economía de los municipios, porque unas infraestructuras del siglo XXI son un elemento esencial para que la gente no se plantee el irse a vivir fuera de Chiva y de otros municipios».

Las principales exigencias de estos alcaldes se centran en la electrificación de la línea y la renovación de los trenes, «algunos con más de 40 años de antigüedad, con los que ha habido algún incendio», según denuncia Pérez. «El viaje es muy lento. Tardamos en llegar a València lo mismo que en 1883, cuando se inició la línea. No hemos avanzado en más de 100 años», insiste el alcalde de Buñol.

Por su parte, Morales reclama «el apoyo de la Generalitat, porque su capacidad de presión ante Fomento es mayor que la de cualquiera de los ayuntamientos» y lamenta que «no se reivindique tanto esta línea de cercanías como el Corredor Mediterráneo o en su momento el AVE, que es evidente que no afecta al mismo número de ciudadanos, pero para las 170.000 personas de los municipios por los que pasa esta línea es tan importante o más que cualquier otra infraestructura».

Camporrobles, sin cercanías

Una de las principales reivindicaciones en esta línea València-Cuenca-Madrid la mantiene el municipio de Camporrobles. «Sangrante» es su situación, exclamó el alcalde de Requena, Mario Sánchez. Esta localidad, que hace frontera con Castilla-La Mancha, es la única valenciana que no se encuentra incluida en la red de Cercanías C-3. Esto hace que sus billetes para ir a València sean a veces hasta 4 euros más caros que los de la estación anterior, en Utiel. «Estamos luchando para conseguir que se incluya, llevamos años reivindicándolo», señala su alcalde, Gabriel Mata, que se adhirió a la Declaración de Xirivella firmada el año pasado por los gobiernos de todos los municipios por los que pasa la C-3.

El problema al que se enfrenta Camporrobles crece todavía más si se atiende a los horarios. De lunes a viernes salen tres trenes de Camporrobles a València, «pero los horarios no están adaptados a la vida de un vecino de Camporrobles». Así, Mata revela que el primer tren que sale hacia la capital lo hace a las 11.09 y llega a las 13.20, cuando el último de vuelta sale a las 14.50. «Con ese tiempo, o llegamos y nos volvemos o nos tenemos que quedar a hacer noche», argumenta. «Las personas mayores, o tienen nivel económico para ir en coche o no pueden ir a València. La falta de inversión en la línea alimentará la despoblación», concluye Mata.

Una electrificación necesaria

Más cerca de València, los alcaldes de Aldaia y Alaquàs tienen como principal reclamación la electrificación de la vía. Según Guillermo Luján, alcalde de Aldaia, la electrificación «es lo que permitirá que la línea sea más rápida y menos contaminante». Su homóloga de Alaquàs, Elvira García, considera que el asunto «está totalmente estancado» y recuerda que «Fomento adquirió unos compromisos que no está cumpliendo, como el de electrificación».