Esquerra Unida dio una exhibición de fuerza el pasado viernes en el que es uno de los municipios donde más músculo mantiene: Chiva. Allí tiene dos concejales tras ser la tercera fuerza más votada en los comicios municipales de 2015. Su candidatura, Chiva Unida-Esquerra Unida, tiene la ambición de conseguir la victoria en el fragmentado voto del municipio, que le podría permitir incluso gobernar ante el escenario de un posible pacto de izquierdas. Y es que en 2015 la formación liderada por Manu Clemente se quedó a tan solo 55 votos de la del alcalde, Emilio Morales, de Compromís.

Clemente, arropado por la coordinadora de EU y recientemente elegida como diputada autonómica, Rosa Pérez, presentó ante alrededor de 300 personas los ejes de su programa para gobernar Chiva durante los próximos cuatro años.

La formación de izquierdas plasmó como uno los elementos claves de cara al próximo mandato «vertebrar y desarrollar el municipio a través de un Plan General de Ordenación Urbana progresivo innovador». En ese sentido, apuntan a atender las nuevas necesidades de la población local, así como a garantizar un equilibrio territorial entre el casco urbano, los diseminados, las urbanizaciones y el resto de suelo. Entre otros aspectos, EU considera urgente poner en marcha un plan para el agua potable, el alcantarillado y la depuración.

Asimismo, el partido de Clemente prometió también trabajar en que crezca la clasificación y oferta de suelo industrial y logístico en el municipio, para incrementar así la inversión, al mismo tiempo que pretende crear un vivero de empresas que facilite la puesta en marcha de proyectos autónomos.

Además, en el programa de EU se abordan otras iniciativas como estudiar la remunicipalización de todos los servicios o la creación de consejos ciudadanos por distritos.