La sangría demográfica continúa. Imparable. Once pueblos del interior de la Marina Alta han perdido población en el último año. La comarca da un estirón de población. Los municipios de la costa crecen. Pero el interior se vacía. Mantiene la esencia rural de la Marina Alta. Pero pierde habitantes. Y esa tendencia no se frena. Los once pueblos cuyo padrón ha adelgazado son la Vall d’Ebo, la Vall de Laguar, la Vall de Gallinera, la Vall d’Alcalà, Tormos, Senija, el Ràfol d’Almúnia, Castell de Castells, Benigembla, Benidoleig y l’Atzúbia. En 2019, sumaban 6.041 vecinos. Ahora bajan a 5.850. Han perdido 191 habitantes. Un drama.

Benigembla ha pasado de 490 vecinos empadronados a 443, 47 menos. Y es un problema crónico. En los últimos 9 años, ha perdido 163 habitantes, el 36 % de su población. Compromís de Benigembla exige medidas urgentes para corregir ese drama demográfico. Pide al Consell una fiscalidad diferenciada para el mundo rural. El objetivo es consolidar un tejido productivo de autónomos, pymes y micropymes que tenga beneficios fiscales por desarrollar su actividad en zonas rurales. Este grupo asegura que esta reivindicación no es para nada descabellada. Australia, Escocia o Noruega, así como Aragón y las dos Castillas, han apostado por esta vía para dar respuesta al reto demográfico.