Efe, Madrid Las licenciaturas, diplomaturas y carreras de ingeniería actuales irán extinguiéndose progresivamente desde el curso 2008-2009, cuando comiencen a implantarse los nuevos títulos universitarios oficiales de grado que propongan las universidades.

El Consejo de Ministros ha aprobó ayer el Real Decreto de Ordenación de Enseñanzas Universitarias Oficiales, que fija una nueva estructura de títulos (grado -antigua licenciatura o ingeniería, donde desaparece la división de técnica o superior-, máster y doctorado) en consonancia con el Espacio Europeo de Educación Superior. Todas las carreras tendrán una formación de 240 créditos, equivalentes a cuatro años, aunque los títulos regulados por directiva europea como Arquitectura, por ejemplo, serán de duración mayor. «La previsión del Gobierno es que algunas carreras sigan este esquema ya el próximo curso y que, en el año 2010, todas las universidades españolas las hayan renovado plenamente» , explicó la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros.

La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, declaró que es un proceso que tiene fechaS, pero no tiene final. «Empieza ahora, pero nO terminarÁ en un momento concreto porque la adaptación a los cambios sociales va a ser permanente, este es el principio básico de funcionamiento» , enfatizó.

Sobre las ingenierías, Cabrera indicó que las nuevas titulaciones serán lo que las escuelas de las respectivas enseñanzas piensen que deben ser, con la verificación de calidad pertinente de los planes de estudios. «Olvidémonos de que hubo ingenierías técnicas y superiores, va a haber grados en ingenierías, máster en ingenierías, doctorados en ingenierías...» , precisó. Quienes estén estudiando las enseñanzas vigentes oficiales hasta ahora podrán concluirlas y los títulos actuales mantienen la validez académica y profesional. Fernández de la Vega destacó que, por vez primera, las universidades van a tomar la iniciativa para diseñar y proponer los títulos que quieren impartir, lo que hará posible una oferta mucho más adecuada en su entorno.

Este decreto es el que esperaba la Universidad Católica de Valencia, para intentar acelerar el proceso de reconocimiento de sus estudios de Medicina.