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La modernización del ferrocarril Valencia-Madrid por Cuenca, en funcionamiento desde 1885, para poder transportar mercancías precisaría de una inversión de 319 millones de euros, según el estudio de viabilidad encargado por la Cámara de Comercio de Valencia. El trazado ha vuelto esta semana a la actualidad después de que los consejeros de transportes de las comunidades de Valencia y Madrid apostarán por recuperar esta vía (junto a la actual de Albacete que dejará libre la llegada del AVE) para utilizarla como corredor dedicado a las mercancías. Aunque los privilegiados paisajes que atraviesa también permitirían usarla como tren turístico, como se apuntó en la rueda de prensa.

¿Pero en qué situación se encuentra la vía? "El estado actual de la vía no permite su explotación para el transporte de mercancías", señala el estudio elaborado por una consultora para la Cámara de Comercio de Valencia. Sin embargo, los expertos señalan que "la plataforma es aprovechable con alguna mejora de curvas y la sustitución de algún puente metálico". La inversión global (que no incluiría la electrificación. Actualmente los trenes que circulan ya lo hacen a diésel) ascendería a 319 millones de euros (53.191 millones de pesetas) a una media de 0,9 millones por cada uno de los 355 kilómetro que tiene la línea. Los 6,5 kilómetros del AVE en el tramo que incluye el viaducto por Contreras ha costado 109,7 millones de euros.

Los 319 millones de euros se destinarían a la sustitución de carriles, traviesas y balasto, la construcción de puentes de adelantamiento o estacionamiento de trenes, estabilización de taludes y trincheras, sustitución de algunos puentes metálicos que tienen la carga limitada (no pueden circular mercancías), además de implantar un sistema conjunto de señalización, seguridad y comunicaciones.

Estas mejoras permitirían realizar el trayecto Valencia-Cuenca-Aranjuez en cinco horas y la circulación de trenes de mercancías de entre 500 y 700 metros de longitud con capacidad de carga de entre 1.000 y 1.500 toneladas que precisarían de dos locomotoras para poder superar las elevadas pendientes (los ingenieros han calculado que existen 60 kilómetros de rampas en todo el trayecto).

Carriles de los años 20 y 105 pasos a nivel

La línea entre Madrid y Valencia por Cuenca aún sobrevive porque, en sus extremos, se ofrecen servicios de Cercanías: Madrid-Tarancón y Utiel-Valencia. Pero la vía es impracticable para los trenes de mercancías porque, entre Buñol y Utiel, la existencia de puentes metálicos y y trincheras en mal estado impide circular a trenes de elevado tonelaje. De hecho, un tren de mercancías que transporta 2.000 toneladas de clinker desde el Puerto de Valencia hasta el cargadero de Noblejas sólo puede recorrer esta línea entre Aranjuez y Noblejas. El resto, hasta Valencia, debe dar el rodeo hasta Albacete. Los ingenieros que han elaborado el estudio para la Cámara de Comercio han detectado que aún existen "algunos carriles de los años 20, trincheras inestables (sobre todo entre Cuenca, Utiel y Buñol" lo que obliga en algunos casos a circular a no más de 20 kilómetros por hora. En toda la línea existen, además, un total de 105 pasos a nivel.