Escenas de euforia -el efusivo abrazo del director general de RTVV, José López Jaraba, a la exdirectora de Canal 9 y nueva portavoz del Consell, Lola Johnson-, pero sobre todo muchas caras largas, de circunstancias e incluso alguna lágrima. El ERE aplicado al Consell por el presidente Francisco Camps con el "despido" de diez de los trece consellers del anterior Ejecutivo -todos ellos presentes ayer- ha dejado muchos damnificados, que ayer tras el acto de toma de posesión de los nuevos responsables en el Palau de la Generalitat a duras penas disimulaban el mal trago. Y, por encima de todos ellos, un Camps más relajado que el día anterior, tras la tarde en que fue comunicando a los excluidos, uno a uno, que prescindía de sus servicios.

Tanto, que el jefe del Consell hasta se permitió una broma sobre el poder atribuido por la prensa al presidente del PP y de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus. Éste se encontraba respondiendo a los periodistas precisamente por esta circunstancia cuando Camps se lo llevó del brazo y lo apartó unos metros. El presidente provincial regresó para seguir con sus declaraciones y Camps hizo la guasa: "Todas las decisiones que tomo antes las consulto con Rus, apuntadlo". La retranca llega al extremo de que el jefe del Consell no sólo no consultó con Rus su nuevo Gabinete sino que el barón provincial se enteró de la caída de su único referente en el Ejecutivo, el portavoz en las Corts, Rafael Blasco, por boca de éste.

El propio Rus, quien se mostró encantado con un Ejecutivo de Camps "con gente muy preparada", respondió en clave de broma sobre su pérdida de peso en el nuevo Consell: "Estoy adelgazando. Yo nunca he tenido ni fuerza ni peso; estoy con lo mío, que con lo mío es suficiente". El titular de la diputación añadió que, al igual que Camps nunca le ha dicho "pon este, pon al otro", él tampoco "es quién para decirle que ponga a este o al otro". "Yo me veo importante cuando la gente dice 'es que Rus tiene peso', yo no tengo ningún peso", remató.

Muy distinta fue la estampa del exvicepresidente Vicente Rambla, quien no ocultó su emoción al despedirse, con abrazos, de algunos de sus excolaboradores. El exconseller de Economía Gerardo Camps aguantó bastante bien el tipo echando mano de su sentido del humor. Más tranquilo aparecía el exresponsable de Sanidad Manuel Cervera, mientras el extitular de Infraestructuras Mario Flores parecía ya desubicado. Belén Juste, la ex de Turismo, se mostraba dicharachera ante los medios. Blasco, siempre dispuesto a atender a la prensa, se fue sin hacer declaraciones.