El cambio de puesto de trabajo que van a vivir en los próximos días Francisco Camps y Alberto Fabra no será precisamente rentable para ninguno. Ni para el dimitido presidente, que verá cómo sus ingresos descienden proporcionalmente de acuerdo a la drástica reducción de responsabilidades, ni para el futuro presidente de la Generalitat. Curiosamente, Alberto Fabrá cobrará menos por dirigir la Comunitat Valenciana de lo que ganaba por gobernar la ciudad de Castelló.

El caso más radical es el de Francisco Camps. El expresidente no era uno de los líderes autonómicos con un salario más elevado. Su sueldo como jefe del Consell en 2011 era de 67.615 euros al año, tras aplicarse un recorte respecto al ejercicio anterior. Ahora, al mantener su acta de diputado autonómico del PP pese a la renuncia, sus ingresos fijos serán considerablemente menores.

Desde el tijeretazo a los salarios públicos que se aplicaron en junio de 2010 en plena oleada de austeridad, cada diputado de las Corts cobra un sueldo de 2.229 euros brutos al mes. Con todo, la variedad de complementos permite a sus señorías mejorar las ganancias. Así, además del salario base muchos diputados cobran un extra de 552 euros por ejercer de presidente, vicepresidente o secretario de alguna comisión parlamentaria. Camps, a la espera de si el partido le encarga -y él acepta- alguna tarea dentro del grupo en los próximos meses, no percibirá de momento este pellizco.

Sí podría obtener la dedicación exclusiva, que supone unos 310 euros más para los diputados entregados a la labor legislativa a tiempo completo. A esto se suma la "indemnización por el ejercicio de función", es decir, una compensación que reciben los diputados por gastos de desplazamiento. En el caso de Francisco Camps, residente de Valencia ciudad, el extra es el más bajo, de 250 euros. En definitiva, el dimitido jefe del Consell pasará de los más de 67.000 euros anuales a una salario mensual que en ningún caso superaría los 3.000 euros brutos; algo más de la mitad de lo que percibía ahora.

Más carga, menos dinero

Está por ver, en todo, caso, que hará Camps en su nueva etapa, ya que el Estatuto de los expresidentes de la Generalitat contempla un salario -Joan Lerma y Eduardo Zaplana renunciaron-, así como la posibilidad de chófer, escolta, dos asesores y el tratamiento de "Molt honorable" de por vida.

Tampoco es buen negocio para Fabra la migración desde su despacho del Ayuntamiento de Castelló al Palau de la Generalitat. Hasta ahora Alberto Fabra percibía un salario anual de unos 74.000 euros, más que el presidente. Lo cierto es que el sueldo de Fabra había generado cierta polémica en Castelló. En 2010 el primer edil rebajó su sueldo un 15 % sobre los más de 77.000 que percibía. Sin embargo, en junio pasado el ayuntamiento volvió a subir el salario de toda la corporación, incluido el alcalde, un 4 %. La medida generó reproches por parte de los sindicatos, hasta el punto de que, finalmente, Fabra volvió a su sueldo "congelado" de 2010: 74.000 euros.

Ahora, unos días después, a Fabra vuelven a reducirle el sueldo al designarle como virtual presidente de la Generalitat, cargo que lleva aparejado un salario de 67.615 euros, unos siete mil menos. Y bastante más trabajo.